Seguridad narcocrática/
‘Falso positivo’ y agresión del Ejército contra indígenas y campesinos en Arauca
Por Camilo Raigozo
El pasado 10 de junio la Asociación Campesina de Arauca, ACA, denunció ante la opinión pública nacional e internacional, que en esa fecha a las diez de la mañana, en la vereda Galaxias, municipio de Arauquita, tropas de la Brigada Móvil 30 del ejército, arribaron a la vivienda de un campesino y cometieron actos criminales.
En la casa se encontraban la familia y varios indígenas, según la denuncia. Los militares dispararon indiscriminadamente contra la vivienda poniendo en riesgo la vida de quienes allí estaban, entre ellos varios niños.
El resultado que dejó la agresión de los uniformados es de un indígena muerto y uno desaparecido. Las víctimas le aseguraron a ACA que los soldados intimidaron a las personas apuntándoles con los fusiles y que insultaron con groserías y amenazaron de muerte a los niños.
El indígena asesinado fue identificado como Humberto Peroza Wampiare, del cabildo indígena del resguardo La Vorágine, mientras que del indígena desaparecido aún no se tiene conocimiento de su suerte. El cuerpo de Peroza había sido presentado por el ejército como NN dado de baja en combate.
Este 18 de junio se conoció que la Justicia Penal Militar, la cual es sinónimo de impunidad, abrió una “investigación” del nuevo caso de los mal llamados falsos positivos, mientras que las comunidades y organizaciones de derechos humanos piden que sea la justicia ordinaria la que investigue y juzgue a los criminales.
A mediados de octubre del año pasado dos niñas fueron violadas y una de ellas asesinada junto a sus dos hermanitos en Caño Tembladores, municipio de Tame, Arauca, por un oficial del ejército nacional.
La jueza que llevaba el caso fue asesinada en marzo anterior y al parecer en dicho crimen fueron implicadas personas inocentes para encubrir a los verdaderos responsables.
Por atra parte quienes denunciaron al ejército como autor de las violaciones y los asesinatos de los niños han sido fuertemente amenazados hasta tal punto que el padre de los infantes tuvo que refugiarse en otras ciudad.
Por atra parte quienes denunciaron al ejército como autor de las violaciones y los asesinatos de los niños han sido fuertemente amenazados hasta tal punto que el padre de los infantes tuvo que refugiarse en otras ciudad.