Acerca de las vicisitudes del Polo, o de la creencia de que “todo lo del pobre es robado”
Por Jorge Gómez Gallego*
Cosa curiosa, cada que el Polo supera una dificultad, sus enemigos, tratan de minimizar el triunfo, destacando o inventando un nuevo tropiezo.
Cuándo Gustavo Petro ganó la consulta que decidía el nombre del candidato presidencial, todo el partido, empezando por Carlos Gaviria, salió de inmediato a reconocer su triunfo.
Sin embargo nuestros enemigos trataron de sembrar la idea de que “Petro es un candidato sin partido y el Polo un partido sin candidato”, al mismo tiempo vaticinaron que ahora sí, la organización de la izquierda democrática colombiana volaría en mil pedazos.
El 23 de noviembre, después de un proceso tranquilo y responsable de discusión y análisis de la coyuntura política, y por unanimidad, el Comité Ejecutivo adoptó la Resolución 048, mediante la cual define la táctica para afrontar el debate electoral del año entrante.
Esa resolución registra dos realidades, de un lado que Petro fue el legítimo ganador del derecho a ser el candidato, y de otro, que el Polo no es partidario del “ estado de opinión”, y posee un proyecto político coherente, acompañado de una estructura organizativa y unas normas de funcionamiento pertinentes.
En consecuencia, se acordó impulsar decididamente la candidatura de Gustavo Petro y buscar una gran convergencia nacional para derrotar el proyecto político, económico y social que impulsa el actual mandatario, y hacerlo en torno a un acuerdo programático-
cuyos principales ejes fueron definidos en la propia resolución, y resumida de manera precisa por el propio Petro en el homenaje a Jorge Enrique Robledo y Germán Navas, como un proyecto por la soberanía, la democracia y la paz.
También se precisó que ese gran acuerdo podrá concluir en una eventual consulta inter-partidista, cuyos participantes, base programática y circunstancias serán definidos por la dirección nacional del partido.
Pero como superamos la amenaza de división y salimos fortalecidos y unificados del lance, los mismos detractores han venido insistiendo en que lo acordado fue una consulta inter-partidista con cualquier personaje y sin programa, afirmación no correspondiente con lo establecido en la resolución, cuyo contenido completo se puede leer en la página www.polodemocratico.net.
Además “informan” que ahora sí estamos divididos de manera irremediable alrededor del nombramiento del Presidente y el Secretario del partido.
Es preciso reiterar que en Polo hay diversidad de opiniones, y es lícito, ante la renuncia del Presidente del partido, que haya varios dirigentes proponiendo su nombre para esa dignidad, al considerarse con méritos suficientes para el efecto. Y si fuimos capaces de superar lo más complejo, lo de la táctica electoral, no hay duda que este asunto formal y relativamente menor, también lo resolveremos de manera satisfactoria.
Considero necesario insistir en lo que a mi juicio, sirve para entender lo que sucede en realidad, y es que al Polo, se le quiere desprestigiar, dividir o cooptar, desde la Casa de Nari, desde los grupos económicos dueños de medios masivos de comunicación, o-
desde aquellos monopolios, que no teniéndolos, son dueños de la pauta publicitaria, y desde las capillas del gelatinoso “centro” político, cuyo cometido es el de contemporizar con el establecimiento para acomodar sus aspiraciones personales y no el de confrontarlo para ganar la fuerza social necesaria para su transformación.
Para este surtido grupo de personajes con capacidad de incidir en la opinión, todo se vale, la calumnia o la estigmatización, el halago o la lisonja. Esto, que es cada vez más evidente, amerita que tratemos de explicar por qué lo hacen.
Y la respuesta correcta es que el Polo, a pesar de los pesares de los poderosos y de quienes hacen fila para acceder a la primera magistratura, sólo para que cambien las caras de los pasajeros de los carros oficiales, se perfila como la única fuerza política-
capaz de encabezar la creciente inconformidad y las cada vez más comunes expresiones de resistencia civil de la población contra un régimen económico al servicio del sometimiento de la nación al poder de las multinacionales y del capital financiero monopolista, y contra un régimen político cada vez más arbitrario y excluyente.
O lo que es lo mismo, es el único partido con una decisión inquebrantable y un proyecto político que pueden dar al traste con un régimen que le ha declarado la guerra al trabajo y a la dignidad, para privilegiar la especulación, el enriquecimiento descomunal de unos pocos, la degradante mendicidad de muchos, la arbitrariedad y el sometimiento nacional.
Por eso nos odian, por eso nos condenan, por eso nos quieren ver liquidados, divididos u orientados a ayudar al régimen, y por eso, todos los avances, tratan de convertirlos, en la percepción de la opinión pública, en retrocesos. Y nuestras naturales dificultades en catástrofes.
Se aplica aquí claramente el conocido adagio “todo lo del pobre es robado”, refrán utilizado sabiamente por el pueblo para ridiculizar la actitud envidiosa de quienes se molestan por los éxitos obtenidos por los débiles.
*Diputado Asamblea Departamental de Antioquia del Polo Democrático Alternativo
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