Parauribismo/
Ustedes no entienden los esfuerzos del presidente Álvaro Uribe: Paramilitares “Águilas Negras”
Paramilitares amenazan a sindicalistas, indígenas y defensores de derechos humanos . Haga click en la foto para ver el panfleto ampliado
Por Diego Escobar Cuellar
Cali, octubre 22 de 2009. En el día de hoy acabo de recibir un pasquín supuestamente a nombre de las Águilas Negras – Nueva Generación, en el que me tildan al igual a que otros compañeros y plataformas de defensa de los derechos humanos, de ser un enemigo de la-
democracia y un defensor de la guerrilla camuflado en las organizaciones sociales, y por tanto se nos cataloga como “Objetivos Militares” dentro del contexto de guerra sucia auspiciado por el actual gobernante de Colombia – Álvaro Uribe Vélez como jefe supremo de las fuerzas militares y paramilitares del país.
Al respecto es menester manifestarles a estos grupos que nuestro compromiso efectivamente es para que en Colombia exista una verdadera democracia, no la que impone los actores armados del voto con el fusil a espaldas de los ciudadanos de bien, una democracia en la que se le brinden a todos y todas las colombianas los más elementales derechos y garantías-
constitucionales, en su orden: Salud, Educación, Trabajo en condiciones dignas y bien remuneradas, libertad de expresión y de movilización, a un medio ambiente sano, al disfrute del agua potable y una ejemplar recreación, al derecho de las comunidades aborígenes, ancestrales y afrodescendientes de disfrutar de su territorio y a la no intromisión de terceros en sus aspectos culturales, sociales y políticos.
Es nuestra vocación de servicio, el amor eficaz al pueblo es el que nos convoca a luchar incansablemente por igualdad y la emancipación de los y las colombianas del régimen opresor, tiranía que se ampara con el poder económico de las multinacionales, de los terratenientes, de-
la oligarquía criolla, todos cercanos al actual mandatario y que hoy con la entrega y detención de varios cabecillas del paramilitarismo se han venido develando sus nombres como auspiciadores de la guerra sucia que desangra al sur occidente y al país entero.
A estos personajes siniestros que se escudan tras la oscuridad de la noche, los pasquines apócrifos, la amenaza a través de terceros, a estos que agencian el ocultamiento de la verdad, la violación de la soberanía nacional con la imposición político militar del imperialismo, a los promotores del hambre y la miseria con sus acciones de destierro de los campesinos para-
entregarle las tierras más fértiles a los “capos” de los monocultivos y de las transnacionales, a los que permiten la extracción de las riquezas naturales del país por los grandes consorcios mineros y coadyuvan la explotación de la mano de obra de los y las trabajadoras, a aquellos que se ocultan detrás de una fachada de fuerza para cohonestar con la miseria y pobreza en que existen más de 15 millones de colombianos.
Aquellos que se dicen ser los patriotas, pero no son más que mercaderes de la desolación y el aniquilamiento social y el exterminio de hombres y mujeres valiosas que le han apostado a una mejor nación, en donde prime la justicia social y la equidad, en donde el gobierno represente-
verdaderamente los intereses de los y las colombianas, no a unos cuantos ricachones y sus agremiaciones, no al capital financiero y especulativo, esos no merecen ese calificativo de dignidad, deben llamarse forajidos, bandoleros, antisociales, delincuentes y otros apelativos más.
A esta horda demencial, me dirijo pública y abiertamente, para reafirmar mi amor por el pueblo, y que estaré en todos y cada uno de los lugares en donde los más necesitados, los obreros, los estudiantes, los viviendistas, los jóvenes, los campesinos, los indios, los negros, los mestizos me llamen a acompañarlos en sus más sentidas y justas reivindicaciones políticas y sociales. Es ese mi compromiso, y ahí estaré, esperando la suerte que la providencia me depare.
Finalmente agradecerles por permitir desnudar el temor de sus amos, porque si emiten este tipo de panfletos es porque nuestra actividad humanitaria y democrática está haciendo mella en los enemigos del pueblo.
En igual sentido nos suministran suficiente información para responsabilizar a futuro por nuestra seguridad personal, pues ha de entenderse que son las multinacionales que quieren aposentarse en el nor occidente del Cauca y más concretamente el sector minero energético todos ellos muy cercanos al tirano de turno.
También es pertinente desde este documento solicitar al Gobierno Nacional la eliminación de los programas o escenarios creados recientemente para favorecer a los enemigos de la paz y la democracia – el paramilitarismo – pues como bien se dice y se entiende en este panfleto son-
los que reciben las dadivas, salarios del Estado aglutinados en familias en acción, guarda bosques y los actores de la seguridad democrática, los mismos que persisten en actividades delictivas y de lesa humanidad, los que posan ante la comunidad internacional como reinsertados pero que no son más que una manada de mercaderes de la muerte.
Revolucionariamente,
Diego Escobar Cuellar
Obrero del Valle que Camina la Palabra,
Resistencia y emancipación nacional
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Cali, octubre 22 de 2009. En el día de hoy acabo de recibir un pasquín supuestamente a nombre de las Águilas Negras – Nueva Generación, en el que me tildan al igual a que otros compañeros y plataformas de defensa de los derechos humanos, de ser un enemigo de la-
democracia y un defensor de la guerrilla camuflado en las organizaciones sociales, y por tanto se nos cataloga como “Objetivos Militares” dentro del contexto de guerra sucia auspiciado por el actual gobernante de Colombia – Álvaro Uribe Vélez como jefe supremo de las fuerzas militares y paramilitares del país.
Al respecto es menester manifestarles a estos grupos que nuestro compromiso efectivamente es para que en Colombia exista una verdadera democracia, no la que impone los actores armados del voto con el fusil a espaldas de los ciudadanos de bien, una democracia en la que se le brinden a todos y todas las colombianas los más elementales derechos y garantías-
constitucionales, en su orden: Salud, Educación, Trabajo en condiciones dignas y bien remuneradas, libertad de expresión y de movilización, a un medio ambiente sano, al disfrute del agua potable y una ejemplar recreación, al derecho de las comunidades aborígenes, ancestrales y afrodescendientes de disfrutar de su territorio y a la no intromisión de terceros en sus aspectos culturales, sociales y políticos.
Es nuestra vocación de servicio, el amor eficaz al pueblo es el que nos convoca a luchar incansablemente por igualdad y la emancipación de los y las colombianas del régimen opresor, tiranía que se ampara con el poder económico de las multinacionales, de los terratenientes, de-
la oligarquía criolla, todos cercanos al actual mandatario y que hoy con la entrega y detención de varios cabecillas del paramilitarismo se han venido develando sus nombres como auspiciadores de la guerra sucia que desangra al sur occidente y al país entero.
A estos personajes siniestros que se escudan tras la oscuridad de la noche, los pasquines apócrifos, la amenaza a través de terceros, a estos que agencian el ocultamiento de la verdad, la violación de la soberanía nacional con la imposición político militar del imperialismo, a los promotores del hambre y la miseria con sus acciones de destierro de los campesinos para-
entregarle las tierras más fértiles a los “capos” de los monocultivos y de las transnacionales, a los que permiten la extracción de las riquezas naturales del país por los grandes consorcios mineros y coadyuvan la explotación de la mano de obra de los y las trabajadoras, a aquellos que se ocultan detrás de una fachada de fuerza para cohonestar con la miseria y pobreza en que existen más de 15 millones de colombianos.
Aquellos que se dicen ser los patriotas, pero no son más que mercaderes de la desolación y el aniquilamiento social y el exterminio de hombres y mujeres valiosas que le han apostado a una mejor nación, en donde prime la justicia social y la equidad, en donde el gobierno represente-
verdaderamente los intereses de los y las colombianas, no a unos cuantos ricachones y sus agremiaciones, no al capital financiero y especulativo, esos no merecen ese calificativo de dignidad, deben llamarse forajidos, bandoleros, antisociales, delincuentes y otros apelativos más.
A esta horda demencial, me dirijo pública y abiertamente, para reafirmar mi amor por el pueblo, y que estaré en todos y cada uno de los lugares en donde los más necesitados, los obreros, los estudiantes, los viviendistas, los jóvenes, los campesinos, los indios, los negros, los mestizos me llamen a acompañarlos en sus más sentidas y justas reivindicaciones políticas y sociales. Es ese mi compromiso, y ahí estaré, esperando la suerte que la providencia me depare.
Finalmente agradecerles por permitir desnudar el temor de sus amos, porque si emiten este tipo de panfletos es porque nuestra actividad humanitaria y democrática está haciendo mella en los enemigos del pueblo.
En igual sentido nos suministran suficiente información para responsabilizar a futuro por nuestra seguridad personal, pues ha de entenderse que son las multinacionales que quieren aposentarse en el nor occidente del Cauca y más concretamente el sector minero energético todos ellos muy cercanos al tirano de turno.
También es pertinente desde este documento solicitar al Gobierno Nacional la eliminación de los programas o escenarios creados recientemente para favorecer a los enemigos de la paz y la democracia – el paramilitarismo – pues como bien se dice y se entiende en este panfleto son-
los que reciben las dadivas, salarios del Estado aglutinados en familias en acción, guarda bosques y los actores de la seguridad democrática, los mismos que persisten en actividades delictivas y de lesa humanidad, los que posan ante la comunidad internacional como reinsertados pero que no son más que una manada de mercaderes de la muerte.
Revolucionariamente,
Diego Escobar Cuellar
Obrero del Valle que Camina la Palabra,
Resistencia y emancipación nacional
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