lunes, septiembre 21, 2009

Coartada uribista/
¿Cuál complot criminal?
Por: Carlos A. Lozano Guillén

Ante la fuerza y la contundencia de las denuncias de que el espionaje y las chuzadas del DAS y de los organismos de inteligencia del Estado continúan, incluyendo a altos funcionarios de la ONU y del cuerpo diplomático en Colombia, el presidente Álvaro Uribe Vélez aparece con la peregrina denuncia de la existencia de un complot criminal contra el Estado, quién sabe desde que latitud.

Es la acostumbrada cortina mediática de Uribe Vélez, siempre con la caja de resonancia de los grandes medios de comunicación al servicio del Gobierno.

¿Complot criminal de quién? ¿Contra quién? Es lo que no dice en ningún momento el señor Uribe Vélez, quien ahora asume la condición de víctima, en unos procedimientos irregulares del DAS, organismo que depende en línea directa única y excluisvamente de la Presidencia de la República.

En este contexto, por la actitud delincuencial del DAS, reconocida y aceptada en los últimos años, el presidente Uribe Vélez es el victimario y le debe más de una explicación al país y al mundo.

El complot criminal es del Gobierno contra los magistrados de las cortes, los dirigentes de la oposición, periodistas, otras personalidades públicas del país y funcionarios de la ONU y representaciones diplomátias de Bogotá, que ha sido sometidos a seguimientos y escuchas ilegales de un organismo de inteligencia del Estado al servicio de la "Casa de Nari", frecuentada por narcotraficantes, paramilitares y parapolíticos en reuniones secretas nunca reportadas de manera pública y satisfactoria.

Fue el procedimiento en los últimos siete años en que este organismo se puso al servicio de delincuentes, hasta el punto que uno de sus directores está siendo juzgado por colaboración en crímenes de los paramilitares en la costa Atlántica.

Es la misma persona, protegida y defendida por el presidente Uribe Vélez con el argumento de que era un "muchacho bien", hasta el punto que se enfrentó de manera pública, en forma agresiva, con el director de la revista Semana en donde se hicieron las denuncias periodísticas.

El DAS continúa sin escrúpulos al servicio de la pretensión reeleccionista de Uribe Vélez, como lo están también todas las dependencias del Gobierno Nacional, sin que hasta ahora el referendo tenga luz verde de la Corte Constitucional y menos aún del Constituyente primario.


Aunque el Gobierno y el presidente Uribe, en el colmo del delirio totalitario, ya le dan validez con la tesis absurda e ilegal del "estado de opinión".

El complot y la ilegalidad están instalados en la casa del Gobierno. Es la única realidad. Lo demás son falacias y viejos trucos ya conocidos en lo cual son expertos en las alturas del poder uribista.


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