Inminente captura masiva en Montes de María
Por Mesa de Seguimiento y Acompañamiento
Una detención masiva ilegal. Foto El Tiempo
La martirizada región de los Montes de María, vasta zona montañosa entre los departamentos de Bolívar y Sucre y donde el paramilitarismo de la mano de la fuerza pública cometió las más horrendas masacres –no es sino mencionar Macayeyo, El Salado y Chengue-, padece hoy después del desmonte paramilitar, la nueva modalidad represiva que se enseñoreó del país: la de las capturas masivas.
En efecto esta Mesa ha tenido conocimiento de que en las zonas donde operaron los paramilitares, el Ejército y en especial la Infantería de Marina, instrumentando testimonio pagos de aquellos, de delincuentes comunes, viciosos y desertores de la guerrilla como Luis Alfonso Hernández Sánchez “Comandante Horacio”, han elaborado “informes de inteligencia” en los cuales aparece como “narcoterrorista” la base social que no fue funcional a la estrategia paramilitar. En especial, líderes comunales y sociales.
Con base en dichos desprestigiados informes, al parecer la Fiscalía ha emitido cientos de órdenes de captura contra campesinos y líderes de los corregimientos de Tierra Grata y el Hobo en jurisdicción de Carmen de Bolívar –Bolívar- y Salitral y Don Gabriel en el municipio de Chalán, Sucre.
Estos se sumarán a los cientos de campesinos recluidos en las cárceles La Ternera de Cartagena y La Vega en Sincelejo, entre ellos del dirigente Manuel de Jesús Reyes Reyes.
Son los falsos positivos judiciales, casi tan ominosos como los que se manifiestan en cientos de cadáveres de muchachos pobres e inocentes “caídos en combate” aún sin importar que padecieran síndrome de Down o retraso mental.
Estos “falsos positivos” se han convertido en la nueva forma del terror en los Montes de María. No quedó satisfecha la fuerza pública con el exterminio y el desplazamiento que el paramilitarismo hizo en la región.
Los sobrevivientes figuran en las órdenes de batalla de las tropas que copan cada metro de la zona. Y la “prueba reina” de que son terroristas, es el haber denunciado los crímenes del paramilitarismo, y la connivencia de la fuerza pública con ellos.
Por esta razón ya fue asesinado el dirigente campesino de la región, Luis Miguel Gómez Porto. Un falso positivo que pronto será objeto de pronunciamiento judicial.
Que no le pase de nuevo a la Fiscalía General de la Nación la vergonzosa situación que todos los días le ocurre. Que los “peligrosos narcoterroristas” que ella se presta para judicializar, son después liberados por ella misma ante la evidencia de que son inocentes.
O si no, que lo diga la captura e inmediata libertad de los veinticincos campesinos del Socorro y Simacota capturados recientemente en el “el golpe más duro jamás dado al ELN” y que prácticamente lo acababa en Santander, y sobre quienes un Juez no encontró mérito alguno para dictarles medida de aseguramiento.
O los quince dirigentes sociales y de la oposición de Arauca encabezados por Martín Sandoval, recién liberados después de muchos meses de prisión por “terroristas”.
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