“Piedad presidenta”
Por Harah Olof Ylele. Organización Étnica de Comunidades Afros
La política de seguridad democrática representada en el presidente Uribe y un grueso número de conciudadanos ya llegó a su cima y demostró con creces que no es el camino para lograr los cambios estructurales que requiere el país para acercar y armonizar a los diferentes sectores que la componen, por lo tanto, creemos desafortunado seguir apostándole a dicha política.
Contrario sensu, la Senadora Piedad Córdoba, encarna ese otro camino. El camino humanista, el camino del dialogo responsable, el camino de la reconciliación, no solo para tramitar el problema del conflicto armado y todas sus secuelas, sino también para dialogar sobre las posibilidades de reinventar al país y establecer un modelo de buen vivir que aprovechando los recursos naturales y valores culturales que poseemos, dignifique la existencia de sus asociados y asociadas.
Sin duda, Piedad es el símbolo de ese otro país que marca claramente las fronteras ideológicas de cómo abordar la actual problemática en Colombia, si por la vía de la mano dura sin resultados óptimos, distrayendo a la gente con programas asistencialistas y cosméticos, o por la vía del dialogo responsable y programas sociales y económicos dignificadores.
En cada una de sus intervenciones y en cada una de sus acciones, la senadora Piedad ha demostrado que está lista, que tiene bien claro el tipo de liderazgo que se debe ejercer en la actual coyuntura de Colombia y que precisamente su responsabilidad histórica en la conducción presidencial es ahora.
El Partido Demócrata en Estados Unidos le apostó a un verdadero cambio, representado en una mujer y en un afro. ¿Por qué el partido liberal en Colombia no le presenta al país una carta como la senadora Piedad Córdoba, que además de ser afro y mujer, es humanista y verraca y representa la posibilidad de una salida estructural a la crisis de relacionamiento humano por la que transita el país?