jueves, octubre 23, 2014

San José de Apartadó
Campesinos rechazan jornadas cívico-militares y denuncian abusos del Ejército
Por Camilo Raigozo. Notimundo

El  Comité de Derechos Humanos de esta localidad en representación de las comunidades de esa región del país rechazó categóricamente la estrategia del régimen y su aparato militar de implementar las jornadas cívicomilitares en las que se infringe claramente el Derecho Internacional Humanitario, DIH, al poner en alto riesgo a la población civil.

Según la denuncia, se tiene conocimiento sobre la intención de la Brigada 17 de realizar una jornada cívico-militar que va de la mano de la Unidad de Víctimas de la región.

“Exigimos categóricamente el cumplimiento de las funciones del Estado en la que subscribe compromisos con las cartas internacionales como garante de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario, ya que estas jornadas van en contravía de la prohibición por parte del Comité Internacional de los Derechos de los niños y porque además violan la ley 1098 del 2006, del Código de Infancia y Adolescencia”, advierte el documento.

Bajo esta perversa estrategia los militares intentan suplantar las funciones correspondientes únicamente a instituciones civiles como dicta la Constitución Nacional y las leyes.

“Hacemos un llamado a las instituciones del Estado para que vigilen los protocolos del manejo, recolección y destinación de la información que los habitantes de las comunidades suministran a Unidad de Víctimas, pues en la recolección de estas declaraciones ha sido notoria la presencia de miembros de inteligencia de la Fuerza Pública”, objetan las comunidades.

En septiembre anterior el sargento Franco Portilla, “victimario del Ejército”, hizo parte del grupo de funcionarios de la Unidad de Víctimas y recibió declaraciones de carácter privado de campesinos sobre abusos de la Fuerza Pública.

Este sujeto fue denunciado por las comunidades ante la Procuraduría sin que hasta el momento se haya hecho nada contra la conducta delincuencial de la inteligencia militar.

“Hacemos un llamado de urgencia a que se prohíban estas actividades, a que no se siga poniendo en peligro a las personas protegidas y a que se le ponga freno a muchas otras arbitrariedades,  como la militarización de la vida social civil, la escuelas, las aceras y zonas deportivas, en las cuales los niños y jóvenes son expuestos al constante peligro por la ocupación de la Fuerza Pública”, expresa la nota.

El documento recuerda que se han presentado enfrentamientos entre la insurgencia y el Ejército en los que han quedado en evidencia las violaciones al DIH y los peligros a los que son avocados los civiles.

Es el caso del pasado 6 de septiembre cuando en un enfrentamiento con la guerrilla el Ejército se parapetó violentamente en la iglesia y las viviendas  poniendo en peligro a los pobladores.

La denuncia afirma también que estas acciones son constantes y que incluso hay veredas en las que el Ejército acampa en las zonas civiles protegidas, someten a la población a interrogatorios ilegales y hacen señalamientos infundados como si tuvieran las funciones judiciales del Estado.

El pasado 10 de octubre en la vereda La Cristalina, la Fuerza Pública les prohibió a los campesinos realizar labores agrícolas en las fincas, el pastoreo de animales y los amenazó con atenerse a las consecuencias si no obedecían las órdenes.

En esa incursión los uniformados retuvieron  ilegalmente al labriego Jhon Eider Flórez, a quién sometieron a manipulaciones y presiones para que se autoincriminara como desmovilizado.

Flórez fue dejado en libertad el 15 de octubre “porque no encontraron artimañas suficientes para vincularlo al falso proceso de desmovilización”.


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