Terrorismo de Estado
Paramilitares masacraron a cinco personas en Santa Marta
Por Camilo Raigozo. Notimundo
La Defensoría informó que este 5 de marzo en el
corregimiento Bonda ubicado a escasos minutos de Santa Marta, para-militares
mal llamados bandas criminales, masacraron a 5 personas utilizando armas de
fuego de largo alcance.
El múltiple crimen en el que perdieron la vida tres
hombres y dos mujeres tuvo lugar en la madrugada del pasado miércoles cuando al
menos 30 personas celebraron una fiesta de cumpleaños y las víctimas aún
permanecía en el lugar de la celebración. Una sexta víctima quedó gravemente
herida.
La Defensoría del Pueblo a través de su Delegada para la
Prevención de Riesgos de Violaciones a los Derechos Humanos había advertido
sobre la proliferación de grupos paramilitares una vez ocurrida la falsa
desmovilización paramilitar urdida por el gobierno de Uribe.
Según la comunicación el 4 de abril del año pasado, la Defensoría
emitió una alerta temprana, que además de cobijar a por lo menos 30 barrios de
Santa Marta, se extendía a corregimientos como Guachaca, Minca y precisamente
Bonda, donde se presentó la masacre de este miércoles.
Los para-militares autodenominados “los urabeños”, los “rastrojos”
y “los Giraldo”, controlan toda la zona sin que la Fuerza Pública los persiga.
En el pasado reciente en todo el territorio nacional militares y paramilitares
actuaron conjuntamente en la comisión masacres, desapariciones, desplazamientos
y otros crímenes de lesa humanidad.
“En el corregimiento de Bonda, la alerta temprana daba
cuenta de extorsiones sistemáticas a tenderos, e indicaba que quienes se
oponían a esa contribución forzada eran víctimas de ataques contra su
integridad o sus mismos negocios, como lo evidenciaron los homicidios de dos
comerciantes el 8 y 10 de Noviembre de 2012 en los barrios El Yucal y La Paz
del mencionado corregimiento”, dice el documento de la Defensoría.
La Defensoría bajo la dirección de Jorge Armando Otálora
ha recibido muchas críticas en diferentes regiones del país por su pobre
trabajo en el cumplimiento de sus deberes constitucionales.