Terrorismo de Estado/
“Hoy es con uno, pero a cualquiera le puede tocar”:
Víctima de falso positivo judicial
Por: José Antonio Gutiérrez
El lunes 15 de Julio, a las 19:00 fue liberado Armando
Montilla Rey, uno de los dos procesados en el montaje judicial del
corregimiento La Marina, municipio de Chaparral, Tolima, que aún quedaba tras
las rejas [1].
Él procedió a reunirse con miembros de su familia y
recién hoy hemos tenido noticia de su liberación. Oriundo de Ríoblanco, fue
vinculado al proceso de los presos de La Marina, en el municipio de Chaparral,
por su labor en la Junta de Acción Comunal de ese departamento.
Este es un claro caso de persecución contra las
organizaciones agrarias en medio de los abusos exacerbados por la consolidación
militar en el sur de Tolima, para lo cual se juega con las necesidades de
cierta gente a través de la red de informantes para que denuncie a diestra y
siniestra a cambio de beneficios económicos.
Él es un campesino que ha tenido una inclinación por lo
social desde siempre y habla enérgicamente de los problemas de su comunidad, y
con esa misma fuerza agradece todo el respaldo que han recibido en este caso.
Hemos sostenido una breve conversación con él, para
celebrar su liberación, en la que hemos tocado no sólo por lo que recién han
pasado y el grave e ignorado problema de la prisión política en Colombia, sino también
lo mucho que queda por hacer para acabar con tanta injusticia y abusos en su
región.
Solamente esperamos que el montaje termine de caer y
salga pronto libre José Norbey Lugo Caballero, el último de los procesados que
está todavía en la cárcel.
¿Cómo es disfrutar
nuevamente de la libertad?
Maravilloso, estar nuevamente con mi mujer, con mis
hijas, aunque le reconozco que estoy preocupado, porque tengo deudas con la
entidad bancaria, con el Banco Agrario, la antigua Caja Agraria y con el comité
de cafeteros.
Vea que tengo cincuenta años viviendo en la zona y
trabajando con ellos y ahora de viejo me acusan de cosas que no he hecho, y
pues le complican a uno la vida de esta manera.
¿Usted sufrió
antes de este caso de persecución política?
La persecución política es un proceso que viene del ’92,
ha sido muy tenaz… en una ocasión me tocó desplazarme con la familia de la
finca, somos una familia de 13 personas más papá y mi mamá que estaban con
nosotros, es decir, 15 personas en total.
Todos hemos sido perseguidos, todos hemos sufrido
desplazamiento porque a la jurisdicción de nosotros llegaron las Auc.
Es por esa
persecución previa que usted tuvo que pagar unos días más de cárcel, ¿no es
así?
Si vea, esto es mucho joderlo a uno. Yo ya había sido
juzgado por lo mismo, dizque por rebelión, el 2008 que hubo una captura masiva
acá en la región. A mí no me cogieron, no sé por qué, yo no me arranqué, estuve
en la finca y ese proceso finalmente cayó, pero yo no hice un trámite y me
detuvieron, eso porque no saqué ese patisalvo.
¿Cómo vivió usted
esa injusta prisión?
Mire que en condiciones inhumanas, es muy triste de
pronto para los familiares sobre todo… las condiciones como reciben a la
familia, cuando van entrando, son situaciones que les toca porque tienen
familiares, pero es inhumano.
Se ven vicios en prisión, se manejan cosas, venden las
celdas incluso, sino le toca pasillo o más hacinamiento y yo creo que la
dirección general del Inpec está metida en eso.
Pero el gobierno
ha decretado emergencia carcelaria… ¿no se han visto beneficios en la situación
de los internos?
No ha habido beneficios, uno escucha que van a solucionar
las cosas, pero todo es promesa. Eso es una gran mentira porque todo continúa
igual. Al contrario cada día la situación de las cárceles está peor… uno está
hacinado, todo está inmundo, es horrible.
La problemática de la cárcel es muy grave, se la ve como
una entidad inamovible, cuando nunca se hizo nada en bien de la gente, sólo se
la persigue… ahí están las cárceles llenas y hay mucha gente inocente, mucha, y
están ahí porque no conocen sus derechos, porque a veces no saben hablar ni
defenderse.
En la cárcel hablé con gente de Cajamarca y de Ortega, y
todos estamos de acuerdo en que hay que hacer algo ante tanta injusticia.
Ahora que usted
salió de la cárcel y después de reunirse con su familia y comenzar de nuevo con
la finca. ¿Qué espera hacer con su vida?
Ver cómo continuamos en esta lucha, porque hay mucha
injusticia. Yo he conocido muchos casos de campesinos que sin ninguna
justificación se encuentran presos y otros perseguidos, y gracias a esa
brillante labor que se ha realizado de solidaridad es que estamos viendo que
esto puede mejorar.
Sigamos trabajando unidos, vea que inclusive de antes de
esta situación yo ya venía pensando en eso de formar un comité de solidaridad
por la defensa de nuestros derechos, lo habíamos hablado con gente de acá del
sur de Tolima, gente de Herrera, de Maracaibo, de La Lindosa, de Gaitán, el
Quebradón, de La Profunda.
He hablado con varios campesinos, con gente honesta y trabajadora
de la región para hacer valer nuestros derechos.
Todos lo ven como algo muy importante. La propuesta que
les hice les gustó pero quedó parada cuando caí preso, la idea ahora es tener
una charla y ver cuáles son los pasos a seguir.
La idea es organizar acá en Ríoblanco bien las cosas para
que siga esa brillante labor, porque lo que tuvimos que vivir si uno no lo
vive, no lo siente, no sabe lo que es. Hay que verlo en carne propia. Los
mismos que me juzgan dicen que mi hija
es miliciana, imagínese. Y uno es hoy, pero mañana puede ser cualquier otro, a
cualquiera le puede tocar…
Hay mucho que hacer para continuar esa lucha, hay muchos
problemas en Rioblanco que ha estado en un abandono tremendo y cuando llegó el
Estado, es para someternos y no para ayudar a construir las cosas básicas que
necesita el pueblo.
¿Ha escuchado que
hay quienes vienen pidiendo una zona de reserva campesina para el sur de
Tolima?
Yo no he escuchado mucho de esa figura, yo sé que se ha
hecho en otras partes y que es algo legal que ayuda a los campesinos.
Me parece muy bien la autonomía, tener nuestra dignidad,
que se nos respete, y que haya ayuda para los campesinos… la región nuestra
está muy olvidada y somos los mismos campesinos que necesitamos herramientas
para mejorar las cosas.
Yo no sé mucho de las zonas de reserva campesinas, me
gustaría aprender y ver cómo se hace, si nos sirve, bienvenida.
¿Alguna última
palabra?
Esa gestión que vienen haciendo a nivel nacional e
internacional es algo maravilloso, hemos sentido mucho apoyo, es primera vez
que hemos tenido respaldo, así que hay que seguir unidos, trabajando con mucha
solidaridad por todos los problemas que hay, así que pa’delante es pa’ allá y
estamos pa’ lo que toque.
Pensábamos que nadie estaba con nosotros, pero nunca
perdimos la fe. Aunque sabíamos que éramos inocentes, pensamos que nos
condenarían por cosas que no hemos hecho… mil gracias y por favor no nos dejen
solos, nosotros estamos dispuestos a luchar y salir para adelante, porque somos
campesinos, gente trabajadora, gente honesta y luchadora. No nos abandonen.
[1] Para más antecedentes de este caso, revisar los
artículos previos: