lunes, junio 10, 2013

Falsos positivos judiciales/
Hoy última audiencia para los presos de La Marina (Tolima)
José Antonio Gutiérrez D.

Este 11 de junio, es la última audiencia en el caso de los presos de La Marina, Chaparral, quienes fueron apresados entre Noviembre del 2011 y Marzo del 2012, sin sentencia y con flagrantes irregularidades en todo el proceso. 

Edwin Lugo Caballero, José Norbey Lugo Caballero, Arcesio Díaz, Aycardo Morales Guzmán, Saan Maceto Marín, Fredynel Chávez Marín (originario de Las Hermosas), Alexander Guerrero Castañeda y Armando Montilla Rey (de Ríoblanco)-

están esperando que se dicte la sentencia en un proceso en el cual se les culpa del delito de rebelión y financiación a “grupos terroristas”, pero en el que en realidad se les persigue por ser miembros del sindicato campesino de Tolima, AstracatolL (afiliado a Fensuagro),-

por su participación en la organización comunitaria, y por su oposición al proyecto hidroeléctrico de ISAGEN en el alto Ambeima. En medio de la consolidación territorial del Ejército, organizarse y opinar son delitos.

Nuevas pruebas dejan en evidencia el montaje judicial 

En la audiencia de 14 de Febrero recién pasado, se evidenció que, al menos, 5 de los supuestos guerrilleros desmovilizados –Jeferson Rodríguez Giraldo, Jhonatan Mauricio Mora, José Rodrigo Vera Yate, José Ovidio Lasso y Alexander Oviedo Clavijo- que habían señalado a los presos de la Marina como “milicianos” y “auxiliadores” del Frente 21 de las FARC-EP,-

no habían siquiera pasado por la insurgencia, ya que no aparecían en la base de datos de la Agencia Colombiana para la Reintegración de Personas y Grupos Alzados en Armas (ACR), ente que regula el proceso de desmovilizaciones.

El Juez Penal Primero Especializado de Ibagué desestimó esta contundente prueba, aduciendo que el momento procesal para hacerlo ya había pasado.

Ante esta situación de flagrante violación del derecho a la legítima defensa, familiares de los presos de La Marina decidieron movilizarse hasta Bogotá para radicar, con fecha 9 de Mayo, una denuncia penal ante la Fiscalía General contra estos supuestos desmovilizados por fraude procesal y falso testimonio.

Según el abogado Gustavo Gallardo, presidente de la Fundación Lazos de Dignidad, que representa a los presos de La Marina, estos testigos “no son reinsertados, nunca fueron guerrilleros, son testigos pagos de la Fiscalía en Ibagué.

Son mercenarios: utilizan a estos mismos testigos en otros procesos, por eso hay que cortar esto de raíz y se radicó la denuncia ante la Fiscalía General”. 

En la audiencia del 25 de Abril, se acogió el testimonio del comandante guerrillero Estiven, del Frente 21 de las FARC-EP, capturado hace apenas unos meses, quien afirma no conocer a ninguno de los testigos de la parte acusadora, salvo a Lucero Váquiro, quien es hermana de un “desertor” de la guerrilla, conocido como “Navarro”.

Según él, se le habría acercado un par de veces para tener noticias de su hermano, pero que nunca manifestó ningún interés en el movimiento. De los acusados, decía referenciarlos como líderes comunitarios pero que jamás formaron parte de la estructura guerrillera.

Basta de persecución a Astracatol

Según todo lo que hemos podido constatar y observar, incluso según los testimonios de funcionarios públicos tolimenses durante el proceso, existe una persecución contra los campesinos organizados, hay redadas masivas, les montan juicios y luego los dejan ir por falta de méritos.

El día 4 de Marzo, los dirigentes de Astracatol Maribel Oviedo, Onán Cortez y Osiel Giraldo, fueron retenidos ilegalmente en el corregimiento de Riomanso, municipio de Rovira, por efectivos militares adscritos a la Sexta Brigada.

Afortunadamente, fueron liberados en 24 horas, pero no sin antes ser amenazados y atormentados. Posteriormente al paro cafetero (Febrero-Marzo), también hemos documentado amenazas y acoso por parte de la fuerza pública contra los dirigentes que participaron en estas jornadas de paro agrario en el departamento de Tolima.

El día 9 de Mayo, por orden del Juzgado de Purificación, fueron capturados ocho dirigentes de Astracatol de diversas veredas del municipio de Dolores: Ramiro Bazurdo Gonzalez, Guillermo Antonio Cano Borja, Floricel Buitrago Cangrejo, Norberto García García, Gonzalo Ernesto Pastor Mora, Constantino Mayorga García, José Guillermo Pacheco Cruz y Edilberto Mayorga García.

Guillermo Cano es el Coordinador del Área de Derechos Humanos de Astracatol y apenas una semana antes había estado participando en el Foro sobre Participación Política organizado por el PNUD en el marco del proceso de paz de La Habana.

Así se castiga a los que se hacen eco del llamado a la participación popular en las instancias legítimamente constituidas del proceso de paz.

Estos campesinos son acusados de pertenecer al Frente 25 de las FARC-EP; curiosamente, a mediados de Julio del 2011 el Ejército y los medios de prensa anunciaban, con bombos y platillos, que el Frente 25 había sido desarticulado por la “presión militar” de las fuerzas armadas [1].

¿En qué quedamos entonces? ¿El Frente 25 existe o no existe? ¿Desparece cuando les conviene y vuelve a aparecer cuándo les conviene?

Estas inconsistencias son prueba de lo grotesco de las acusaciones en contra de los miembros y dirigentes de Astracatol. Estos campesinos hoy se encuentran bajo arresto domiciliario. 

Por esta persecución constante en contra de esta organización, más de 300 intelectuales, personalidades, personas solidarias y simpatizantes internacionalistas han firmado una carta internacional de solidaridad con Astracatol y de protesta ante la arbitrariedad de las autoridades.

Esta carta (traducida al inglés, francés, alemán, sueco, árabe, esperanto, italiano, catalán, griego, turco, árabe y al persa) tiene entre sus adherentes a personalidades como James Petras, Franck Gaudichaud, François Houtart, Santiago Alba Rico, Kathleen Lynch, Renán Vega Cantor, Hernando Calvo Ospina, Maire Nic Ghiolla Phádraig entre otros.

También se cuentan entre ellos varios sindicalistas internacionales y representantes del movimiento estudiantil chileno.

En esta carta se exige la libertad sin condiciones para todos los presos por luchar en el Tolima, así como el cese al hostigamiento en contra de los miembros de Astracatol y de los abusos bajo el alero de la consolidación militar.

Tendremos puestos nuestros ojos en el resultado de la audiencia de hoy. El apoyo a los campesinos perseguidos en el Tolima es clave en el pulso que se libra entre el movimiento popular, que busca la paz con justicia social,-

con tierra, con derechos, con dignidad, y el régimen oligárquico, que en una mano sostiene la rama de olivo mientras con la otra da machetazos. Los queremos libres a todos: libres para organizar, libres para luchar, libres para amar.



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