Terrorismo de Estado
Amenazados activistas del movimiento político Marcha
Patriótica en Santander
Notimundo. Con información de Anzorc
El pasado 25 de marzo a las 5:30 de la tarde, Jairo
Torres, integrante del equipo de trabajo de la Coordinación Nacional de
Organizaciones Agrarias y Populares en Santander, y parte del Concejo
Patriótico Departamental de Santander de Marcha Patriótica, recibió una amenaza
desde el celular 3212526951.
La voz de una mujer lo señaló de ser guerrillero y lo
amenazó por estar haciendo convocatoria para la Marcha por la Paz el 9 de abril
de 2013, que se realizará en Bogotá y en la cual participarán organizaciones de
todo el país. La mujer tildó a la movilización de ser una “marcha de la
guerrilla”.
Torres es un joven terapeuta ocupacional víctima del
terrorismo de Estado, que trabaja con pacientes de alto riesgo. La mamá del
joven fue asesinada por la estrategia paramilitar del régimen, por lo que las
amenazas le hacen temer por su vida.
Un día después, el 26 de marzo, cuando Yeny Sildana
García Moreno se dirigía a su casa, a eso de las 5:30 de la tarde, fue abordada
por dos sujetos morenos, de gran estatura vestidos de ropa particular.
Los desconocidos le dijeron que no les gustaba para nada lo
que ella estaba haciendo y que agradeciera, porque ellos pocas veces les advertían
a las víctimas y que en la próxima vez, no respondían.
Sildana es madre cabeza de familia, artista, gestora
cultural en el municipio de Málaga, Santander e integrante del equipo de apoyo
de CONAP en la provincia de García Rovira. También hace parte del sector de cultura ante el Consejo Patriótico
departamental de Santander, de la Marcha Patriótica.
El 27 de marzo, a
las 5:30 de la tarde, María Isabel Suárez Vega,
recibió una llamada del número 3208369603, en la que un sujeto le dijo
que si continuaba...le iba a pasar lo mismo que a sus papás. La madre de María fue
asesinada por la estrategia paramilitar del régimen varios años atrás.
Suárez Vega hace parte del equipo de apoyo de la CONAP en
el municipio de Molagavita. Ella puso la denuncia de los hechos ante el
comandante de la Policía de Concepción, Santander, quien le dijo que enviaría una
patrulla para que hiciera recorridos en la casa en la que ella iba a estar.