Diálogos de paz
La propuesta de Anzorc al país y a la Mesa de Diálogos de La Habana
Propuesta política y programática para una reforma
agraria integral, el reconocimiento de los derechos de los campesinos y la paz con
justicia social. Constitución de un Sistema y un Programa Nacional de Zonas de
Reserva Campesina.
Las organizaciones campesinas de la Anzorc reunidas en el
III Encuentro Nacional de Zonas de Reserva Campesina en San Vicente del Caguán,
luego de un proceso de deliberaciones a nivel local, regional y nacional,-
desarrollado durante los últimos seis meses, presentamos
a la sociedad colombiana y a las partes de la mesa de conversaciones de paz
nuestras propuestas de política agraria que deben regir en el país para el
logro del anhelo de la paz con justicia social-
basada en la reforma agraria integral, el reconocimiento
de nuestros derechos campesinos, la protección ambiental, la economía justa, y
un ordenamiento territorial coherente con la vocación de los territorios.
Sobre el reconocimiento de las y los campesinos
El Estado debe desarrollar una política de inclusión y
reconocimiento que contemple la activa participación del campesinado en la toma
de decisiones sobre los destinos del campo, y sobre la relación campo-ciudad.
Tal participación se debe hacer efectiva en la nueva institucionalidad que ha
de crearse para aplicar esta política, mediante la elección de representantes
campesinos en sus instancias directivas.
Se reconoce la territorialidad campesina, como una serie
de formas en que el campesinado ha orientado el uso y la organización de los
territorios, aprovechando y protegiendo recursos naturales estratégicos,
organizando la vida social, cultural, política y económica. Como consecuencia:
- Se respeta la identidad y modos de vida campesinos, las
normas comunitarias, las estructuras organizativas propias, las formas de
resolución de conflictos, los saberes y prácticas educativas, la economía
campesina, es decir, su condición de sujeto políico, social, cultural y
económico.
- Se reconoce el derecho de las comunidades campesinas a
ser consultados y otrogar el consentimiento previo, libre e informado como
requisito para las intervenciones que afecten el territorio en lo social,
cultural y ambiental, particularmente en los casos de implementación de
megaproyectos.
- Se crea una institución oficial responsable de
garantizar la participación del campesinado en la construcción del
conocimiento, la ciencia y la tecnología para la producción agraria y la
conservación. Esta institución prestará la asistencia técnica para la
producción, transformación, comercialización, y economía solidaria, a las
comunidades campesinas.
- Se respetan las formas de autonomía territorial que el
campesinado ha establecido ante el abandono estatal, y la concertación es el
mecanismo idóneo para definir los términos del desarrollo.
- Reconocer y dar aplicación a la Declaración
Internacional de los Derechos Campesinos propuesta por La Vía Campesina y
avalada por la ONU, tomando las medidas estructurales y legislativas que los
hagan aplicables. Además del Estado, los medios masivos de comunicación, la
academia y el sector agroindustrial deben contribuir en su efectivo
reconocimiento.
- Reconocimiento con enfoque diferencial que promueva el
acceso equitativo de jovenes mujeres, niños, adultos mayores con orientación
sexual no hetero-normativizada, para el campesinado afrodescendiente, para los
campesinos en estado de invalidez, así como para los y las campesinas mayores.
Sobre el modelo de desarrollo rural
Un modelo de desarrollo rural que ponga en el centro el
respeto por la vida humana y la naturaleza, regulará el extractivismo y la
devastación de los recursos naturales y que garantizara la integralidad de los
derechos para toda la población y todo el territorio nacional.
Este modelo valoriza la economía campesina, la articula
con equidad a la industria, el comercio y los servicios, y se orienta hacia la
soberanía alimentaria.
Este modelo implica que la economía campesina sea
subsidiada, es decir, que el gobierno nacional garantice subsidios para acceder
a parcelas y así mismo subsidiar la producción, lo que exigiría la existencia
de seguros para la producción alimentaria.
Se crearan garantías para que el campesinado también
pueda hacer agroindustria, lo que implica que la tecnificación de la producción
debe ser una de las formas en las que se garantice espacios adecuados para la
producción sostenible.
La participación en los mercados locales, regionales,
nacionales e internacionales, estarà basada en formas asociativas como las
cooperativas, alianzas equilibradas con los empresarios, favoreciendo la
articulación entre el campo y la ciudad y buscando que la producción,
comercialización y consumo, este basado en principios solidarios.
Este modelo implica la implementación de una verdadera
reforma agraria, y el reconocimiento de los territorios campesinos, indígenas y
afrocolombianos como claves de un desarrollo sustentable.
Por su coherencia con la dignificación de los campesinos,
la protección ambiental y la soberanía alimentaria, la disminución de costos y
la mayor utilización de trabajo campesino, la agroecología será una política
nacional,-
de gradual y concertada implementación, amparada por
subsidios y promoviendo economías solidarias. Para ello se deben fortalecer y
replicar las experiencias existentes en alianza con los centros de
investigación, instituciones estatales y organizaciones campesinas.
Se regulará la implementación de monocultivos,
protegiendo las semillas nativas del acaparamiento y el maltrato genético,
diversificando los cultivos y las formas de producir y distribuir, dando cabida
al trueque entre familias y comunidades.
Se implementaran centros educativos acordes a las
necesidades propias de las comunidades campesinas. Estos centros educativos
deben garantizar la educación de los jóvenes campesinos, lo que corroboraría a
fortalecer la identidad y garantizar la permanencia en el territorio de los
jóvenes en el campo.
Este modelo de desarrollo que proponemos se integrara a
un mundo globalizado desde la cooperación y la justicia, por ello saludamos los
tratados de comercio basados en el respeto de la soberanía y en la equidad de
los intercambios,-
proponemos límites a la inversión extranjera y a la
acción de las transnacionales, particularmente en lo que hace a los efectos
ambientales, los derechos de los trabajadores y la propiedad de la tierra.
Sobre la economía campesina
Con qué insumos contamos
En la actualidad las economías campesinas controlan tan
solo el 14% de la tierra, accedemos al 5% del crédito, nos han adjudicado tan
solo el 10% de los apoyos productivos del Estado, y el 60% de nosotros nos
encontramos dentro de los pobres monetarios del país (es decir que no
alcanzamos a ganar $106 mil pesos mensuales).
Nuestro aporte a la economía nacional
Con esos pocos insumos, producimos el 80% de los
alimentos del país, generamos el 53% del empleo en el campo, aportamos el 40%
al PIB agropecuario, y de paso aportamos el soporte ambiental para la industria
urbana.
Recientes estudios indican que somos hasta 40 veces más
productivos que los latifundios ociosos, que hoy ocupan más del 30% de la
superficie del país.
Propuestas
Basados en el aporte expuesto anteriormente, consideramos
que el Estado debería diseñar una política económica nacional para las
economías campesinas, y no una asistencial como lo ha venido haciendo.
Tal política debería abarcar mínimamente las siguientes
líneas de acción:
- Acceso a los
medios de producción (tierra, capital, información)
- Investigación e
innovación técnológica en procesos de economía campesina
- Acceso a
mercados y competitividad
- Diversificación
productiva
Algunas acciones concretas a implementar en estas líneas
de acción, podrían ser:
1. Inventario de los baldíos de la Nación y titulación a
sus poseedores, de manera que se regularice buena parte de la propiedad
campesina.
2. Entrega de tierras expropiadas, vía Zonas de Reserva
Campesina y no mercado de tierras, pues esto último lo único que haría sería
devolver al terrateniente a precios baratos, lo que vendió a precios caros al
narcotraficante.
3. Realinderamiento de los Parques Naturales Nacionales,
regularizando la tenencia de la tierra de sus pobladores y concertando con
ellos un plan productivo ambientalmente sostenible.
4. Desgravar la propiedad campesina, es decir predios de
menos de 2 UAF no pagan impuesto predial
5. Retorno del IVA de insumos de economías campesinas
6. Estimulos tributarios a empresas privadas y estatales
(cárceles, hospitales, colegios, etc), que compren mínimamente el 25% de sus
alimentos a economías campesinas.
7. Aumento de subsidios a los servicios públicos de
estratos 1 y 2 urbanos, de manera que aumenten su poder de consumo de
alimentos.
8. Implementación de Salvaguardias arancelarias y
contingencias a las importaciones de productos de las economías campesinas.
9. Política cambiaria que impida la revaluación del peso
colombiano, por cuanto favorece importaciones de alimentos al país.
10. Excención de impuestos a micro empresas de
comercialización y transformación de productos de economías campesinas.
11. Implementar las metodologías de investigación
productiva en finca, para generar desarrollo tecnológico ajustado a las
necesidades locales.
12. Pagos por incentivos a la conservación de recursos
naturales, tales como:
a. Tasa retributiva del agua
b. Exigir transferencia por generación hidroeléctrica
(donde haya hidroeléctricas)
c. Reducción del impuesto predial por conservación de
bosque en finca
d. Exigir la operación del Certificado de incentivo
forestal a la conservación
13. Fomento de Agencias locales / municipales de
emprendimientos rurales no agropecuarios.
14. Administración de las organizaciones campesinas de
los Parques Naturales Nacionales, en interacción con PNN
Otras alternativas de financiación
1. Fondo Nacional de Regalías, en tres de sus rubros:
a. Ciencia y tecnología, que equivale al 10% de las
regalías
b. Fondo de compensación regional que equivale al 24% de
las regalías
c. Fondo de desarrollo regional que equivale al 16% de
las regalías
2. Formulación de un documento CONPES de economía
campesina.
3. Cooperación internacional
Sobre la explotación de los recursos minero- energéticos
La explotación de la riqueza minera y de hidrocarburos
deber hacerse en forma gradual, delimitada, diferenciada y revertida al
desarrollo local y nacional.
La explotación minera y de hidrocarburos garantizará la
permanencia en el territorio de las comunidades agrarias, y la soberanía
nacional energética, puesta al servicio de toda la sociedad, e incluso de
países vecinos.
La explotación minera se desarrollará con límites muy
claros y de riguroso cumplimiento. Límites en la escala, en el tiempo, en los
métodos, en los lugares, en los sujetos que la ejecutan, en los beneficiarios.
La soberanía energética inicia con la construcción de una
visión estratégica del aprovechamiento minero, bajo la conciencia de que no se
trata de recursos infinitos, y que muchas generaciones vendrán luego de la
nuestra.
El Estado garantizará la generación del conocimiento y la
tecnología necesarios, para que, en el mediano plazo, la explotación de estos
recursos sea ejecutada por el Estado. El conocimiento y las tecnologías
propias, garantizan un mejor desarrollo de la minería para que responda a las
necesidades de abastecimiento, y a la de protección ambiental.
Se definirá en cada caso si es viable o no, la
explotación de los recursos mineros, según las características propias de cada
contexto, para ello el estudio juicioso de los efectos ambientales y sociales,
así como el consentimiento previo, libre e informado de las comunidades debe
cumplirse.
De ser aprobada la explotación, se debe establecer el
tope máximo de explotación, los métodos, los mecanismos de mitigación de
efectos, y la participación nacional, y local de los beneficios en el marco de
planes concertados de desarrollo sustentable.
Las licencias ambientales serán más exigentes y
responderán más ampliamente a los efectos locales y regionales de la
exploración y explotación. La legislación debe ser modificada para proveer
seguridad para el ejercicio de la pequeña minería, y la minería artesanal de la
que viven comunidades agrarias enteras.
Se articulará la política minera con la política de
desarrollo de agrario de una manera integral, evitando dependencia de esta
actividad y promoviendo el fortalecimiento de otros sectores productivos.
Las minas deben planificarse conjuntamente en una
economía regional, buscando complementarse con actividades agropecuarias, de
conservación ecológica, o de suministro de insumos para la mina, y dando valor
agregado en el mismo territorio. La minería garantizará que los territorios se
beneficien con infraestructuras adecuadas y de largo plazo, aprovechables aún
al final de la actividad de explotación como distritos de riego.
La autorización de los proyectos mineros especialmente
los de gran magnitud, se tiene que definir sobre la base de Planes de
Desarrollo Integrales, donde el componente agro-minero debe tener una
coordinación unificada y con autoridad,-
que integre las responsabilidades del Estado, las
empresas y la comunidad, que definan el uso y protección del agua, la
reforestación, las zonas de compensación ecológica;-
la infraestructura agrícola como los distritos de riego,
las vías y estrategias para proteger y potenciar los mercados agropecuarios en
sinergia con la actividad minera y garantizar la sostenibilidad de los
territorios.
La inversión de los recursos pagados como regalías deben
invertirse en la región con los mismos criterios de sostenibilidad y de manera
armónica con el desarrollo rural agropecuario.
Se debe crear una institucionalidad orientada a lograr
que la minería se convierta en beneficio y desarrollo social sostenible y
justo, esta institucionalidad debe integrar a las comunidades locales
garantizando el consentimiento previo, libre e informado de las comunidades,
como condición para la implementación de planes de explotación minera.
Sobre el ordenamiento territorial y ambiental
Desde el reconocimiento de la territorialidad, el
ordenamiento social y ambiental del país debe garantizar el equilibrio entre
aprovechamiento y conservación de los recursos y los ecosistemas.
El uso de los suelos debe ser coherente con su vocación,
revirtiendo el proceso de ganaderización con un aumento de la superficie
destinada a la agricultura campesina organizada en pequeña y mediana propiedad,
convirtiendo la ganadería en una actividad sostenible y amigable con el medio
ambiente.
Economía campesina, y diversificación de cultivos
(pluricultivo) con recuperación de semillas y prácticas limpias desde los
saberes ancestrales, culturales y campesinos. Se debe reconocer la existencia
de regiones u otros sistemas de ordenamiento del territorio que se desarrollen
desde los niveles social, económico, político y cultural.
Las figuras de protección ambiental del territorio deben
contemplar los conocimientos tradicionales y las relaciones de las comunidades
con la naturaleza, permitiéndoles habitar en ellas bajo normas claras, y
estricto cumplimiento de responsabilidades y límites, en los casos en que su
permanencia ha sido histórica o promoviendo alternativas concertadas con las
comunidades.
Los Parques Naturales con Gente, son escenarios de
acuerdo en términos de conservación, protección de los recursos y
reconocimiento al papel del campesinado.
Zonas de Reserva Campesina Interculturales e
Interétnicas, concebidas en el marco del respeto de las identidades culturales
y la armónica convivencia.
A través de las ZRC la ocupación será equilibrada y
sostenible con estímulos y desestímulos al poblamiento distribuidos en el
territorio nacional cerrando la frontera agraria, garantizando las condiciones
generadas por la reforma agraria integral.
En términos ambientales los planes de manejo ambiental
incluyen la participación activa de las comunidades campesinas, es decir, son
herramientas formuladas, ejecutadas y con seguimiento por parte de las
organizaciones campesinas.
Igualmente contienen mecanismos campesinos de control, ya
establecidos en las comunidades como la racionalización de la explotación de recursos
maderables, protección de especies en vía de extinción, delimitación de Cuencas
hidrográficas entre otros que incluyan un enfoque relacional de género y
generacional.
Cada proceso local de desarrollo requiere que la vereda
sea considerada como la unidad mínima del territorio para la planificación
ambiental y territorial siempre y cuando este articulada a escala municipal,
departamental y regional.
En cuanto a la distribución de la tierra se realizara
mediante la figura de las Unidades Campesinas Ambientales (UACA), esta unidad
consiste en una figura a partir de la cual lo ambiental es primordial en la
tenencia de la tierra.
Se plantea mecanismos de sustitución gradual y concertada
de todos los culivos de uso ilícito en las Zonas de rserva Campesina y los
territorios campesinos, iniciando por los proyectos piloto contenidos en los
Planes de Desarrollo Sostenible de las ZRC.
Los mecanismos de coordinación interinstitucional de la
administración pública tanto en el diseño como en la implementación de las
estrategias, sin descartar la articulación con otras fuentes de financiación,
en términos de ordenamiento territorial y ambiental requieren de una
articulación efectiva con el Sistema Nacional Ambiental.
Por último, el ordenamiento territorial ambiental y
productivo requiere avanzar en la identificación de las potencialidades
productivas y ecológicas de los territorios, que planee dentro de ellos una
zonificación ambiental que defina las zonas productivas de cada vereda
contemplando tanto las particularidades ecológicas del territorio, las
condiciones de acceso a los mercados y a los insumos técnicos.
Las ZRC, integradas en un sistema, como inicio de un
proceso de reforma agraria que solucione los problemas asociados con la exagerada
concentración de la tierra, el minifundio y el microfundio, serán un componente
fundamental del reordenamiento territorial y ambiental del país, junto a los
resguardos indígenas y los territorios colectivos de comunidades negras.
Las ZRC serán parte del reconocimiento constitucionalizado
del derecho a la tierra y el territorio para el campesinado. Este
reconocimiento incluirá el papel de defensa y protección del medio ambiente que
realiza el campesinado.
El Sistema Nacional de ZRC - SNZRC
Se conformará de un Sistema Nacional de Zonas de Reserva
Campesina que promueva la articulación de los actores involucrados,
responsables, e interesados en el objetivo de propiciar que las zonas de
reserva campesina se fortalezcan como instrumento de Reforma Agraria-
y de superación del problema agrario colombiano, dando
lugar al despliegue de las capacidades y fines de cada uno de ellos, y,
evitando la contradicción, duplicación, dispersión, y los vacíos en la política
agraria que actualmente se presentan en las acciones del Estado en los niveles
nacional, regional y local.
El objetivo del sistema es contribuir a la satisfacción
de la integralidad de los derechos de las campesinas y los campesinos, la
soberanía alimentaria del país, a la activación de las economías locales y
regionales, la protección ambiental de territorios rurales colombianos, a
través del pleno desarrollo de las zonas de reserva campesina de acuerdo a sus
fines consagrados en la ley.
El Sistema Nacional de Zonas de Reserva Campesina estará
integrado por las organizaciones campesinas que impulsan zonas de Reserva
Campesina, sus formas de participación y planificación, la institucionalidad,
la cooperación internacional, la academia y la empresa privada y de economía
solidaria.
El Sistema tendrá una Coordinación conformada por Anzorc
y la autoridad de desarrollo rural, encargada de velar porque se dinamicen las
relaciones entre los integrantes del mismo, en las oportunidades, temáticas y
durante los tiempos pertinentes, convocando, haciendo seguimiento y proponiendo
medidas de mejora pertinentes.
El SNZRC estará contenido dentro del Plan Nacional de
desarrollo con un articulado que lo contemple.
Se creará una nueva institucionalidad para el desarrollo
rural, la redistribución equitativa de la tierra, la asistencia técnica y el
desarrollo técnico y científico para el agro, y la distribución de alimentos.
Como parte de esta nueva institucionalidad se debe iniciar por:
1. Garantizar el acceso a 10 millones de hectáreas, en
una primera fase, para la constitución y el impulso de nuevas ZRC como parte de
un Fondo de Tierras.
2. Avanzar en la constitución de las ZRC como figuras
territoriales con un nivel de autonomía que garantice el ejercicio de la
territorialidad campesina frente a los intereses empresariales de petroleras,
multinacionales minero-energéticas y el agronegocio.
3. Crear un Fondo Nacional de financiación de territorios
campesinos y de las ZRC que garantice la ejecución de los Planes de Desarrollo
Sostenible y el Programa Nacional de ZRC.
4. Complementar estas iniciativas con la realización de
un catastro especial para ZRC y con la nueva institucionalidad campesina que se
requiere para hacer viables las ZRC y los territorios campesinos.
5. Sacar de las deliberaciones sobre ZRC y Desarrollo
Agrario integral con enfoque territorial al Ministerio de Defensa.
Sobre el Programa Nacional de Zonas de Reserva Campesina
- PNZRC
El PNZRC estará contenido dentro del Plan Nacional de
Desarrollo con un articulado que explicite su papel y sus alcances.
El PNZRC incluirá todos los Planes de Desarrollo
Sostenible (PDS) de la ZRC, así como todas la iniciativas y proyectos de las
ZRC que están en proceso de constitución.
El PNZRC financiará el funcionamiento del Sistema NZRC.
El PNZRC será financiado bajo las siguientes
modadlidades:
Un porcentaje anual fijo del presupuesto nacional
Un sistema especial de transferencias
Un sistema especial descentralizado de regalías
Otras rutas de financiamiento que se concerten dentro del
SNZRC
Los ministerios de Hacienda, Agricultura, Salud,
Transporte, Educación, Comunicaciones, Interior, Cultura,Ambiente y Vivienda
deben incluir recursos para el financiamiento de los Planes de Desarrollo
Sostenible de las ZRC.
El PNZRC y SNZRC contarán con los documentos Conpes
necesarios concertados con Planeación Nacional.
Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina, Anzorc
San Vicente del Caguán, marzo 23 de 2013