domingo, octubre 14, 2012

Terrorismo de Estado/
Organizaciones sociales del Huila denuncian brutalidad del régimen contra las movilizaciones por intermedio de la Fuerza Pública
Por Oficina de prensa Conap

La gobernadora del Huila Cielo González Villa, conocía de la llegada de más de 16.000 mil campesinos y campesinas-

a la capital del departamento del Huila y sin embargo decidió darle la espalda al pueblo soberano e irse de la ciudad con su secretario de gobierno.

El 11 de Octubre la Comisión Política de la Semana de la Indignación, conformada por delegados de municipios del Huila y el Caquetá,  tuvieron una primera reunión de concertación con el gobernador encargado, Carlos Eduardo Trujillo González,-

 en la que este asumió el compromiso de servir de puente para concretar una comisión de garantes, así como convocar a los  ministros de los ramas pertinentes para iniciar el proceso de concertación, compromisos que fueron incumplidos.

Para el 12 de octubre de 2012 y en concertación con el gobernador encargado, fue citada una reunión con 20 delegados de los distintos municipios,-

pero a la entrada de la gobernación los asistentes fueron sometidos a empadronamientos y dilaciones, pudiendo ingresar a la gobernación sólo a las 3 y 30 de la tarde,-

luego de ser interrogados y reseñados por el capitán de la policía Amaury Aguilera, la intendente Margot Hernández y el agente Luis Vargas.

El gobernador encargado dilató de manera injustificada la toma de decisiones en dicha reunión, mientras  la fuerza pública iniciaba una brutal arremetida-
contra los cerca de siete mil ciudadanos campesinos y estudiantes que estaban apostados en la vía que de Neiva conduce a la ciudad de Bogotá.

En el lugar de los hechos hicieron presencia miembros del ejército nacional quienes portaban armas largas, fusiles Galil, haciendo uso además de armas no convencionales como material explosivo, gas pimienta,-

bombas de aturdimiento que impactaron directamente a los manifestantes, las balas de goma fueron disparadas a corta distancia, con la evidente intención de generar contusiones y daños graves en los presentes.

Algunos policías se dirigieron a los cambuches apostados en el barrio Villa Constanza y los incineraron, regaron y pisotearon las comidas que habían en los  calderos,-

destruyeron las remesas, intimidaron a jóvenes, mujeres y hombres que estaban ejerciendo el legítimo derecho a la protesta.

Para los campesinos estos lugares donde tenían sus sitios de aprovisionamiento y de dormida, eran su hogar por lo que la actuación de la fuerza pública puede considerarse-

como allanamiento de morada, pudiendo estar los miembros de la misma y el comandante de la policía departamento Huila Coronel Peláez incursos en una investigación penal y disciplinaria.

Varias personas fueron detenidas y el ingreso de las ambulancias fue restringido, así como el ingreso de la comisión de derechos humanos, de miembros del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y de la Defensoría del pueblo.

En este momento tenemos la cifra de  34 heridos, con diferentes contusiones por el uso de armas no convencionales por parte del escuadrón móvil antidisturbios, de la policía y del ejército quienes acordonan la zona.

Las comunidades campesinas indígenas, estudiantes y ciudadanos indignados, seguiremos ejerciendo nuestro libre derecho a la protesta,-

hasta tanto no se construya una agenda departamental y nacional de paz, en la que se reconozcan y garanticen nuestros derechos fundamentales.


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