Legisladores Estadounidenses Deben Cumplir las Promesas
Hechas a Trabajadores Colombianos
Cuatro meses después de que el presidente Barack Obama
anunciara el Plan de Acción Laboral como una “misión cumplida,” facilitando así
la puesta en marcha del TLC entre Colombia y los Estados Unidos, representantes-
de la dirección de la compañía General Motors decidieron retirarse en medio de
negociaciones con un grupo de trabajadores colombianos con enfermedades
ocupacionales que fueron ilegalmente despedidos.
Dicha conducta por parte de la
GM indica que la misión dista aun de ser cumplida, y que mucho resta por hacer
para proteger los derechos de los trabajadores en Colombia.
Los trabajadores, integrantes de Asotrecol, han
protestado pacíficamente durante un año en contra de la constante práctica por
parte de la GM de despedir sistemáticamente y sin compensación a aquellos cuya
salud física se ve deteriorada a causa de enfermedades ocupacionales.
Común entre dichas enfermedades es el síndrome del túnel
carpiano, causado a raíz de la ejecución repetitiva de ciertos movimientos, al
igual que la hernia de disco lumbar,
causada a raíz del constante levantamiento y manejo de maquinaria pesada.
Al ver que un año de protesta pacífica, aunque efectiva
en generar numerosas promesas por parte de los Estados Unidos, no había
producido resultado alguno, los trabajadores decidieron hace siete días
recurrir a una huelga de hambre en frente de la embajada norteamericana en la
ciudad de Bogotá.
Gracias a la presión política por parte del congreso de
los Estados Unidos, grupos de la sociedad civil y el embajador de los Estados
Unidos Michael McKinley, varios representantes del ministerio de trabajo, la
organización Internacional del Trabajo (OIT) y la GM se reunieron el pasado 6
de Agosto con los manifestantes.
Sin embargo, cuando los trabajadores presentaron sus
quejas, las cuales fueron validadas por investigaciones previas hechas por la
procuraduría, los representantes de la GM decidieron retirarse de la reunión
sin aun resolver dichas inquietudes.
Los Estados Unidos al igual que Colombia, se han
comprometido a mejorar la situación de
derechos laborales de los trabajadores colombianos por medio de la reducción de
la impunidad y la violencia contra sindicatos, y del mejoramiento de los
estándares y condiciones laborales en el país.
Es inaceptable que una compañía estadounidense como la
General Motors opere de manera tan cruel en contra de trabajadores cuyas vidas
se han visto truncadas a causa de heridas causadas en el lugar de trabajo.
El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, el
congreso estadounidense, y el embajador Michael Mckinley deben asumir medidas
más efectivas para atender las demandas de compensación, beneficios médicos,
reentrenamiento y reintegración a la GM hechas por parte de estos trabajadores.
Así mismo, el director general de la GM Daniel Akerson
debe actuar con prontitud para resolver esta situación, la cual es emblemática
del maltrato hacia trabajadores que se da en Colombia.
Si Colombia y los Estados Unidos son incapaces resolver
adecuadamente esta disputa a favor de un pequeño grupo de trabajadores
agraviados
¿es posible afirmar con certitud que
las administraciones de Santos y Obama podrán garantizar que los
compromisos hechos a los trabajadores en
Colombia serán respetados una vez el Tratado de Libre Comercio entre los dos
países sea aplicado en su totalidad?