jueves, agosto 09, 2012

La General Motors se retira de negociaciones con trabajadores en huelga de hambre
Legisladores Estadounidenses Deben Cumplir las Promesas Hechas a Trabajadores Colombianos

Cuatro meses después de que el presidente Barack Obama anunciara el Plan de Acción Laboral como una “misión cumplida,” facilitando así la puesta en marcha del TLC entre Colombia y los Estados Unidos, representantes-

de la dirección de la compañía General Motors decidieron retirarse en medio de negociaciones con un grupo de trabajadores colombianos con enfermedades ocupacionales que fueron ilegalmente despedidos.

Dicha conducta por parte de la GM indica que la misión dista aun de ser cumplida, y que mucho resta por hacer para proteger los derechos de los trabajadores en Colombia.

Los trabajadores, integrantes de Asotrecol, han protestado pacíficamente durante un año en contra de la constante práctica por parte de la GM de despedir sistemáticamente y sin compensación a aquellos cuya salud física se ve deteriorada a causa de enfermedades ocupacionales.

Común entre dichas enfermedades es el síndrome del túnel carpiano, causado a raíz de la ejecución repetitiva de ciertos movimientos, al igual que  la hernia de disco lumbar, causada a raíz del constante levantamiento y manejo de maquinaria pesada.

Al ver que un año de protesta pacífica, aunque efectiva en generar numerosas promesas por parte de los Estados Unidos, no había producido resultado alguno, los trabajadores decidieron hace siete días recurrir a una huelga de hambre en frente de la embajada norteamericana en la ciudad de Bogotá.

Gracias a la presión política por parte del congreso de los Estados Unidos, grupos de la sociedad civil y el embajador de los Estados Unidos Michael McKinley, varios representantes del ministerio de trabajo, la organización Internacional del Trabajo (OIT) y la GM se reunieron el pasado 6 de Agosto con los manifestantes.

Sin embargo, cuando los trabajadores presentaron sus quejas, las cuales fueron validadas por investigaciones previas hechas por la procuraduría, los representantes de la GM decidieron retirarse de la reunión sin aun resolver dichas inquietudes.

Los Estados Unidos al igual que Colombia, se han comprometido  a mejorar la situación de derechos laborales de los trabajadores colombianos por medio de la reducción de la impunidad y la violencia contra sindicatos, y del mejoramiento de los estándares y condiciones laborales en el país.

Es inaceptable que una compañía estadounidense como la General Motors opere de manera tan cruel en contra de trabajadores cuyas vidas se han visto truncadas a causa de heridas causadas en el lugar de trabajo.

El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, el congreso estadounidense, y el embajador Michael Mckinley deben asumir medidas más efectivas para atender las demandas de compensación, beneficios médicos, reentrenamiento y reintegración a la GM hechas por parte de estos trabajadores.

Así mismo, el director general de la GM Daniel Akerson debe actuar con prontitud para resolver esta situación, la cual es emblemática del maltrato hacia trabajadores que se da en Colombia.

Si Colombia y los Estados Unidos son incapaces resolver adecuadamente esta disputa a favor de un pequeño grupo de trabajadores agraviados

¿es posible afirmar con certitud que  las administraciones de Santos y Obama podrán garantizar que los compromisos hechos  a los trabajadores en Colombia serán respetados una vez el Tratado de Libre Comercio entre los dos países sea aplicado en su totalidad?


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