Se entregó a la DEA el presunto narcoterrorista Mauricio
Santoyo, general de la Policía colombiana
Por Camilo Raigozo
Por Camilo Raigozo
El presunto narcoterrorista, general de la Policía
colombiana, Mauricio Santoyo, se entregó este martes a funcionarios de Estados Unidos en el
aeropuerto Eldorado de Bogotá, que de inmediato lo trasladaron a territorio de
ese país.
El general Santoyo es acusado por la justicia de Estados
Unidos de narcotráfico en complicidad con la ‘Oficina de Envigado’ y otras
bandas de sicarios del régimen denominados paramilitares.
Varias ONGs de Colombia y del exterior acusan a Santoyo
de interceptar al menos 1.800 líneas telefónicas de organizaciones defensoras
de derechos humanos, cuando fue jefe del Gaula en Medellín, en momentos en que
Álvaro Uribe Vélez era gobernador de Antioquia.
Como consecuencia de la persecución contra defensores de derechos
humanos y de las interceptaciones, se presentaron múltiples asesinatos,
torturas y desapariciones.
Por esos hechos el presunto narcoterrorista fue
destituido por la Procuraduría en el 2003. Luego trabajó en la campaña del
candidato a la presidencia de la República en el 2002, Álvaro Uribe.
Una vez Uribe asumió la presidencia no solo lo reintegró,
sino que lo condecoró y lo nombró su jefe de seguridad. El autodenominado “Mejor
policía del mundo”, general Oscar Naranjo, entonces director de la Policía,
avaló la sordidez.
Pero la promoción del presunto narcoterrorista de la mano
de Uribe no paró ahí. En el 2007, en una
bochornosa decisión, el Congreso votó a favor del ascenso a general de Mauricio
Santoyo. En 2008 Uribe le dio el cargo de agregado militar en la embajada de Colombia en Italia.
Varios exjefes de la estrategia sicarial paramilitar del
régimen, entre los que se encuentran Salvatore Mancuso, Juan Carlos Sierra
Alias ‘el Tuso’, y Carlos Mario Jiménez alias “Macaco”, han denunciado en
Estados Unidos que el general Santoyo colaboró con los paramilitares.
Los presuntos crímenes cometidos por Santoyo en Colombia se encuentran en absoluta impunidad.
Los presuntos crímenes cometidos por Santoyo en Colombia se encuentran en absoluta impunidad.
Por su parte el expresidente Uribe es señalado por un
amplio sector de la opinión pública nacional e internacional de ser narcoparamilitar.
Varios cabecillas paramilitares han denunciado los vínculos de Uribe con el
paramilitarismo.