Afrenta de la CNRR a víctimas de la masacre de enero de 1999
Según testimonios la masacre de El Tigre, Putumayo, fue cometida directamente por miembros del Ejército Nacional y no por paramilitares como lo sostiene la Comisión.
Por Camilo Raigozo
El Área de Memoria Histórica, AMH, de la Comisión Nacional de Reconciliación y Reparación Cnrr, tiene previsto para el próximo 11 de junio el lanzamiento regional y entrega a la comunidad, del informe: “La masacre de El Tigre, Putumayo: enero 9 de 1999”.
Dicho documento, según la Cnrr, reconstruye los hechos ocurridos en la Inspección de Policía de El Tigre, Valle del Guamuéz, Bajo Putumayo, la noche del 9 de enero de 1999.
El informe dice entre otras cosas que: “un ejército de unos 150 paramilitares irrumpió en la zona urbana del territorio, y dio inicio a un ataque indiscriminado contra la población civil que dejó como resultado el asesinato de 28 personas. Asimismo, durante su recorrido de terror, los armados quemaron casas, motocicletas, vehículos y otras pertenencias de los habitantes”.
Continúa diciendo el documento que “los agresores, pertenecientes al Bloque Sur Putumayo, una unidad adscrita al Bloque Central Bolívar (BCB) de las ahora desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), justificaron la masacre de civiles inocentes al estigmatizarlos como ‘pueblo guerrillero’, convirtiéndolos en objetivos militares. Los daños causados a la comunidad fueron múltiples y premeditados”.
Lo que está a punto de cometer la CNRR es una afrenta más a la dignidad y al dolor de las familias de las víctimas y de toda la comunidad de El Tigre, que llevan más de 12 años padeciendo el dolor trágico de la demencial masacre, la cual se encuentra en la más absoluta impunidad.
La comunidad sostiene que en la horrenda masacre no fue utilizado ningún grupo paramilitar, sino que fue cometida directamente tropas del Ejército Nacional. Así lo denunciaron varias personas, testigos oculares de los hechos, a organizaciones defensoras de derechos humanos y a Notimundo, en el marco de la Audiencia por los Derechos Humanos realizada el pasado 11 y 12 de febrero en Puerto Asís.
A continuación el comunicado de la CNRR y luego uno de los testimonios recibidos en la audiencia de Puerto Asís:
A continuación transcribimos el comunicado de la CNRR y a continuación uno de los testimonios recibidos en la audiencia de Puerto Asís:
Área de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación
Boletín de prensa
Martes 7 de junio de 2011
Lanzamiento del informe “La masacre de El Tigre, Putumayo: 9 de enero de 1999”
El próximo sábado 11 de junio de 2011, el Área de Memoria Histórica (ÁMH) de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR) llevará a cabo el lanzamiento regional, y la entrega a la comunidad, del informe “La masacre de El Tigre, Putumayo: 9 de enero de 1999”.
Este documento reconstruye los hechos ocurridos en la Inspección de Policía de El Tigre, Bajo Putumayo (Valle del Guamuéz, sur de Colombia), la noche del 9 de enero de 1999, cuando un ejército de unos 150 paramilitares irrumpió en la zona urbana del territorio,-
y dio inicio a un ataque indiscriminado contra la población civil que dejó como resultado el asesinato de 28 personas. Asimismo, durante su recorrido de terror, los armados quemaron casas, motocicletas, vehículos y otras pertenencias de los habitantes.
y dio inicio a un ataque indiscriminado contra la población civil que dejó como resultado el asesinato de 28 personas. Asimismo, durante su recorrido de terror, los armados quemaron casas, motocicletas, vehículos y otras pertenencias de los habitantes.
Los agresores, pertenecientes al “Bloque Sur Putumayo”, una unidad adscrita al Bloque Central Bolívar (BCB) de las ahora desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), justificaron la masacre de civiles inocentes al estigmatizarlos como “pueblo guerrillero”, convirtiéndolos en objetivos militares. Los daños causados a la comunidad fueron múltiples y premeditados.
Aunque una gran parte de la población se desplazó, otra rehusó a irse. Quienes se quedaron iniciaron una larga resistencia, dado que en el período 2001‐2006, este mismo bloque paramilitar estableció en la mayoría de las zonas urbanas del Bajo Putumayo (Puerto Asís,-
Puerto Caicedo, Orito, La Hormiga, La Dorada) un control territorial permanente, ejerciendo un dominio social, económico y político que les permitió cometer todo tipo de abusos, crímenes, violaciones y agresiones contra pobladores, mujeres, indígenas y afrocolombianos.
Puerto Caicedo, Orito, La Hormiga, La Dorada) un control territorial permanente, ejerciendo un dominio social, económico y político que les permitió cometer todo tipo de abusos, crímenes, violaciones y agresiones contra pobladores, mujeres, indígenas y afrocolombianos.
Estos daños afectaron todas las dimensiones de la vida: individuo, familia y comunidad, y no discriminaron género, generación o etnia. Incluso hoy, 12 años después de la masacre, la población de El Tigre sigue siendo sujeta a represión y amenazas, en medio de la impunidad, pues no se han llevado a término las investigaciones contra los responsables.
Sin embargo, la reparación a las víctimas de El Tigre ha avanzado desde el 2008, cuando la CNRR comenzó a desarrollar con esta comunidad un Plan Piloto de Reparación Colectiva, tal como lo establece el artículo 49 de la Ley 975 de 2005 (Ley de Justicia y Paz).
Este tipo de proyectos tiene como propósito garantizar la recuperación de la institucionalidad del
Estado y de los derechos de los ciudadanos afectados por hechos de violencia, así como el reconocimiento y la dignificación de las víctimas.
En 2010, el ÁMH escogió el caso de El Tigre por su carácter emblemático, y su investigación se articuló con el desarrollo del Plan Piloto de la CNRR. Aunque de manera independiente y con libertad metodológica, estas dos iniciativas institucionales se enriquecieron mutuamente durante unos 8 meses, y compartieron información, experiencias y conocimientos muy valiosos.
A 2011, varios Pilotos de Reparación ya han pasado por una primera fase de diagnóstico y diálogo con las comunidades “seleccionadas” y se hallan en una segunda fase de diseño de planes de reparación. El Plan Piloto de El Tigre ya supero estas dos fases y fue entregado a la comunidad el 10 de mayo de 2011.
Los lineamientos y propuestas de reparación colectiva que presenta en este la CNRR fueron diseñados, por primera vez, en interlocución con el ÁMH. Además de la reparación económica y de carácter productivo, el ÁMH propuso que se incluyera la reparación simbólica y la elaboración de una memoria histórica sobre lo ocurrido.
Asimismo, el informe “La masacre de El Tigre, Putumayo: 9 de enero de 1999” propone recomendaciones propias de Verdad, Justicia y Reparación, las cuales se espera se tomen en cuenta para garantizar, entre otros, el reconocimiento público de la masacre y de la estigmatización injusta de la comunidad.
“La masacre de El Tigre, Putumayo: 9 de enero de 1999” reconstruye entonces la memoria histórica de ese hecho violento, identifica los daños e impactos de la violencia en la región ‐antes durante y después de la masacre‐, y propone unas recomendaciones para lograr el cumplimiento de la Verdad, la Justicia y la Reparación.
La colaboración interinstitucional entre el ÁMH y la CNRR, así como la publicación de este informe, fue posible gracias a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Por su parte las víctimas sostienen que la masacre fue cometida directamente por el Ejército Nacional: