Anncol Vuelve a la red
Por Camilo Raigozo
Luego de la demencial persecución del Estado terrorista colombiano y del imperio estadounidense contra sobrevivientes del genocidio de la Unión Patriótica, entre ellos el director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia, Anncol, Joaquín Pérez Becerra, la cual logró encarcelar al comunicador y acallar por un par de semanas a la agencia, esta continúa su lucha ahora en: www.anncol.info
Pérez Becerra, quién procedía de Frankfurt, Alemania, fue capturado el pasado 23 de abril en el aeropuerto de Maiquetía de Caracas y entregado a las fauces de gobierno colombiano, en una posición muy incómoda para el proceso revolucionario de la hermana República Bolivariana de Venezuela.
La maniobra de la inteligencia estadounidense y colombiana trató de matar dos pájaros de un tiro; por un lado encarcelar a un periodista, quien los incomodaba por sus audaces denuncias y por otro, tenderle una trampa al presidente Chávez, con el fin de fabricar un ambiente hostil de la comunidad mundial en contra de su gobierno y del proceso revolucionario de su gestión y así tener argumentos para multiplicar los ataques en momentos cruciales de las elecciones que se avecinan en Venezuela.
Joaquín Pérez fue concejal de la UP a principios de la década de los 90 del siglo pasado en el municipio de Corinto, Valle del Cauca. Por el exterminio que emprendió el Estado terrorista colombiano contra este partido político y contra el Partido Comunista Colombiano, Pérez tuvo que exiliarse en Suecia, donde obtuvo la nacionalidad de ese país.
Algunos sectores revolucionarios de Colombia, Venezuela y otros países latinoamericanos, han criticado con dureza a Chávez por la deportación a Colombia del periodista. Incluso han emprendido campañas de desprestigio contra el gobierno bolivariano, las cuales han caído como anillo al dedo a la oposición en ese país, a rancias oligarquías latinoamericanas y al imperio.
Al parecer Chávez no cayó en la trampa, pero sectores revolucionarios sí; porque no es al gobierno venezolano al que hay que reclamarle el cese de la persecución internacional a ciudadanos colombianos, sino al verdadero responsable: el gobierno colombiano.
Es bien sabido que el imperialismo estadounidense tiene clavada su mirada en el petróleo venezolano y en la desintegración de la insipiente unidad latinoamericana, y que no ahorrará esfuerzos para conseguir sus objetivos.
Para ello cuenta con la complicidad de la oposición venezolana, las oligarquías regionales, los grandes medios de comunicación, otros factores geoestratégicos y ahora sectores de la izquierda, que no han entendido que la correlación de fuerzas a nivel global aún no es favorable al proceso independentista latinoamericano.
Cualquier error que se cometa en el ajedrez político-económico mundial, puede acarrearle al proceso emancipatorio latinoamericano una lamentable derrota y eso lo tiene bien claro el presidente Chávez.