Carta del Ejército de Liberación Nacional a Colombianas y Colombianos por la Paz
Por ser de interés general a continuación transcribimos en su integridad la carta que envía la comandancia del Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN) a Colombianas y Colombianos por la Paz:
Señoras y señores, integrantes de Colombianas y Colombianos por la Paz:
El Ejército de Liberación Nacional, les expresa de nuevo un respetuoso saludo, exaltando el gran sentimiento patrio y el valiente compromiso, al levantar la bandera de la paz, en medio de tantas amenazas, provocaciones y agresiones, por quienes han hecho de la guerra un lucrativo negocio.
El éxito del evento de Buenos Aires, el pasado Febrero, está, en sus alcances concretos, en las perspectivas y acertadas conclusiones, así como en la capacidad y esfuerzo de sus participantes, que impidieron que desde el gobierno y sectores guerreristas colombianos, lograran abortarlo.
Destacamos también los esfuerzos del Gobierno y pueblo Argentino, que recibió presiones para impedir el evento. Sin embargo pudo más el compromiso por la paz de Colombia y la región.
El tamaño y profundidad del objetivo por alcanzar la paz, es un desafío enorme y es preciso persistir hasta el final. En ese sentido se ha ido creando una conciencia y compromiso en Colombia y la Comunidad Internacional, que valoramos profundamente.
En la filas del ELN y la insurgencia Colombiana, existe una decisión indeclinable, por alcanzar la paz, dentro de principios y definiciones conocidas por ustedes y nos alegra encontrar importantes identidades en las conclusiones del evento de Buenos Aires.
No nos cabe duda que hay un camino largo por recorrer, que requiere del decidido aporte de la mayoría de colombianos y colombianas amantes de la paz para Colombia, entendida como el logro de la convivencia armónica, en democracia, soberanía, equidad y justicia social, propósitos mancillados e impedidos a sangre y fuego, por la clase en el poder, que llevó a la rebeldía popular, al levantamiento en armas.
El objetivo de los señores de la guerra, al colocar a los luchadores del mundo, el mote de “terroristas” y con ello su satanización, es una clara maniobra guerrerista que coloca impedimentos para que la bandera de la paz pueda ser asumida por todos los que quieren enarbolarla, ya que el hecho de identificarse con ella, los hace objetos de persecución y exterminio.
El conflicto colombiano llegó a un nivel que rebosó los cálculos de quienes se empeñan en desconocerlo, al tiempo que lo exacerban con sus políticas. Hoy es un imperativo el camino para resolverlo.
Apostarle a la paz, requiere claridad de cómo la concebimos en su andar; necesita la unión, la coordinación y el establecimiento de planes y propósitos concretos, que nos permita a todos, actuar y trabajar en un marco de respeto y reconocimiento, para hacer eficaz tal empeño.
El evento de Buenos Aires dejó aportes importantes. Crear mecanismos para coordinar los esfuerzos que ello demanda de aquí en adelante, es indispensable, porque andar cada uno por separado no solo es tortuoso, sino que perdemos valioso tiempo.
Según lo consagra el artículo 22 de la Constitución Nacional, la paz es un derecho y un deber de todos los colombianos; por tal razón, la agenda de lucha de todas las organizaciones y fuerzas políticas debe abrazar la paz, dándole la preponderancia que se requiere.
Por todo lo anterior, desde el ELN alentamos los esfuerzos de Ustedes, y de otras expresiones por la Paz, a seguir trabajando por tan noble propósito.
Las fuerzas contendientes en los conflictos, tienen dos maneras de encaminar sus esfuerzos para llegar a la paz; una, mediante la imposición de la fuerza, de una parte, para obligar a la otra, a capitular e imponerle las condiciones y conseguir la pacificación mediante la lógica de vencidos y vencedores. El régimen colombiano y sus gobiernos le han apostado a esa lógica.
La segunda opción para buscar la paz es la Solución Política, donde tengan protagonismo el pueblo y la nación, con el concurso de la comunidad internacional. A esta opción es a la que le apuesta el ELN y lo ha sustentado desde la década de los años 80, cuando planteamos una salida política al conflicto.
Este planteamiento está sustentado en la premisa que siempre hemos defendido, de que es el pueblo y la nación quienes rigen su destino y su futuro, que en ello son irremplazables y que las fuerzas revolucionarias somos expresión de su rebeldía, para contribuir en el camino cierto de la justicia, la soberanía y la paz.
Todos los amantes de la paz, pueden contar siempre con el ELN.
Colombia para los trabajadores.
Ni un paso atrás, liberación o muerte
Montañas de Colombia
Nicolás Rodríguez Bautista (Foto)
Primer Comandante del ELN.
Abril de 2011