El Estado cobarde
Por: Felipe Zuleta Lleras. El Espectador
Resulta insólito, por decir lo menos, lo que el director del Inpec ha hecho con la sentenciada Yidis Medina, al atravesársele a una sentencia de la H. Corte Suprema de Justicia que ordenó su detención domiciliaria, a tal punto que sus hijos menores tuvieron que amarrarse a un poste enfrente de la cárcel para exigir que les manden a su mamá a casa.
Quisiera saber por qué el Inpec es tan negligente en este caso, pero tan diligente para soltar a los parlamentarios presos por la parapolítica. A ver qué hubiera pasado si el director de esa institución se hubiera demorado un minuto el día que la Fiscalía ordenó la liberación del primo del Presidente, Sr. Mario Uribe.
Lo que el Inpec está haciendo con Yidis Medina es nada más ni nada menos que, además de ilegal, un acto de cobardía sin antecedentes, pues es la fuerza del Estado, hoy totalitario, contra una ciudadana inerme que cometió un delito para asegurar la reelección de Sr. Uribe.
Por eso el Gobierno, a través del Inpec, decide aplicarle todo el peso de los reglamentos carcelarios. A tal punto que la trasladaron a un pabellón de máxima seguridad, como si se tratara de una guerrillera o terrorista.
Me imagino que el Sr. Ministro de Justicia anda un poco atareado por los problemas que le ha generado el escándalo en el que anda metido su hermano, por lo que no debe haber tenido tiempo de mirar las solicitudes que le han formulado las diferentes autoridades del país para que a Yidis la trasladen a su casa.
El Estado no puede perseguir a los ciudadanos cuando no estén de acuerdo con el gobierno de turno. Eso es lo que se conoce como abuso de poder y es lo que está pasando actualmente. El Sr. Uribe ha mostrado que en su gobierno no hay espacio para la oposición o el disentimiento.
Utiliza una terminología desapacible que ciertamente no se compadece con el respeto del cargo. Un presidente debe concitar a la unión, llamar a la cordura, respetar las formas y, por supuesto, cumplir y hacer cumplir las leyes.
Nada de eso está pasando y por eso el ambiente está tan caldeado. La agenda del país está tomando un giro peligroso y se ha generado un caldo de cultivo para que ocurra algo espantoso: un magnicidio, el asesinato de los opositores, el crimen de periodistas...
El Sr Uribe debe calmarse, así “le dé lidia quedarse callado”. Él debe entender que representa a la Nación entera y no sólo a sí mismo. Por más que le cueste trabajo, debe entender también que el gobierno que preside no es infalible.
Así como les pone la cara a los problemas, debe asumir que no todas las actuaciones suyas o de sus subalternos son ajustadas a la ley, por lo que debe comportarse como lo haría un jefe de estado y no un capataz de finca. Colombia no es, todavía, la República independiente del Ubérrimo.
Por lo pronto podría indicarle al Inpec que cumpla con la sentencia de la Corte frente a Yidis, porque las personas decentes nunca maltratan a una mujer, así sea la enemiga. ¿Será mucho pedirle al Sr. Uribe que se comporte como un caballero?
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Notícula: ¿A qué se referirá Francisco Santos cuando en el diario El Correo de Lima del miércoles sostuvo: “…cuando acabe la violencia. La violencia en Colombia incluye todos los asesinatos de la guerrilla, la de los paramilitares y, por supuesto, también la del Estado”.
¡Pues que nos cuente cuáles son esos asesinatos que comete el Estado!
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