viernes, febrero 29, 2008

"José Obdulio Gaviria principal asesor de Uribe es un enfermo mental"
Si el Presidente insiste en "rescates militares va a recibir 40 ó 50 cadáveres": Luís Eladio Pérez
Instituto de Estudios Estratégicos

Presidente Chávez propone que emisarios de Gobierno y las Farc se reúnan con grupo de países amigos Hay indicios de acercamiento entre presidentes Uribe y Chávez hacia una posible solución diplomática Salud de Íngrid Betancourt, en el centro de la atención mundial El ex congresista liberado por las Farc agregó que "la solución (para la libertad de los secuestrados) es política".

Aseguró que el consejero presidencial José Obdulio Gaviria es un enfermo mental por decir que los secuestrados son enfermos terminales y dijo que prefiere hablar "con el dueño del circo que con los payasos", cuando se le preguntó sobre los Ministros y dirigentes políticos que se oponen a un despeje militar en Florida y Pradera (Valle) para negociar allí el acuerdo humanitario.

Reto al Presidente a que demuestre el éxito de su política de seguridad democrática permitiendo el despeje durante 45 días, para que una vez logrado el acuerdo humanitario la Fuerza Pública retome la zona.

En la rueda de prensa dada por los cuatro ex congresistas liberados por las Farc, Luis Eladio Pérez, Gloria Polanco, Jorge Eduardo Géchem y Orlando Beltrán, Pérez dijo que van a trabajar de la mano del presidente Hugo Chávez en una serie de acciones que permitan alcanzar la sensibilización del pueblo colombiano y de la comunidad internacional para presionar una solución política.

Pérez aseguró que tienen unas propuestas para el presidente Uribe, para el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y para el presidente Chávez, que hará públicas en el momento en que ellos las conozcan de primera mano.

Anunció que viajará a Estados Unidos a intentar hablar con el presidente George Bush. "Queremos expresarle al pueblo norteamericano que no pueden dejar olvidados a tres ciudadanos cinco años perdidos en el ostracismo de esta selva", dijo.

Luis Eladio Pérez reveló detalles de sus seis años de cautiverio. Este es su relato:

A Pinchao le hicieron novenario

"A John Frank Pinchao, Íngrid y yo le hicimos el novenario porque cuando se vuela nos sacan a las pocas horas del campamento y lo primero que nos dicen es que se lo había comido un güío y que lastimosamente un güío es una culebra que permanece en los rebalses y en los riachuelos.

"Y yo me imagino que Jhon Frank para huir tuvo que usar un rebalse que había muy cerca de donde estábamos.

"La emoción después cuando escuchábamos que había logrado su libertad. Ese muchacho merece el reconocimiento mundial por su heroísmo".

Estadounidenses temen condena similar a la de 'Simón Trinidad'

"Traía unas cartas que los tres norteamericanos que estaban conmigo le habían escrito al presidente Bush, cada uno individualmente. Unas cartas a Nancy Pelosi y sobre todo a los miembros de la bancada demócrata que ha sido como solidaria en el tema de ella y de nosotros.

A John McCain, creo que a Obama, creo que a Hillary Clinton, al New York Times, al Washington Post, a las familias por supuesto.

"Las traía con la cadena con la que me tenían permanentemente secuestrado (...) Pero desafortunadamente no nos permitieron. Y en las requisas me encontraron esas cosas que las tenía escondidas en lo más íntimo del cuerpo.

"Los tres norteamericanos tendrían la misma condena de Simón Trinidad (...) Te imaginarás cuando (los norteamericanos) escucharon la condena a 60 años pensando que para ellos podía ser eventualmente de la misma naturaleza esa condena en las selvas colombianas. ¿Se imagina cómo están ellos?".

¿Íngrid, a la presidencia?

"Íngrid va a ser un día Presidenta de Colombia y ahí estaremos los colombianos que hoy pensamos que podemos todavía construir una patria grande y en paz, y la vamos a acompañar. Íngrid es una mujer valerosa y valiente que Colombia la necesita y que hoy la admira el mundo entero. Íngrid y su proyecto político van a continuar.

"Y reitero, ahí estaré acompañándola con alma, vida y sombrero en la construcción de ese nuevo país que todos queremos".

Su lucha en cautiverio

"¿Cómo sobreviví? No sé como lo hice. Soporté un infarto cardiaco, tres comas diabéticos, una parálisis de riñón.

"He tenido todas las enfermedades que pueda generar el trópico en Colombia. Porque aquí estoy con ganas de vivir y de luchar, porque en Colombia algún día podamos reencontrar y gritar ese amor de paz y alegría que todos deseamos.

Operaciones militares

"Sí hubo movimiento en algunas zonas, de helicópteros, de aviones, bastante movimiento que coincidía también porque estábamos pasando por unas zonas cocaleras y estaban haciendo unas fumigaciones.

"Entonces no podríamos asegurar que había un seguimiento por parte de las Fuerzas Armadas en ese momento. Pero sí evadíamos los movimientos de los helicópteros y de los aviones".

Temor a los helicópteros

"Sobre todo por la zona en la que estábamos. Sobre todo, a no ser que se inventen unos silenciadores especiales para los helicópteros, pero es que un helicóptero en la selva donde estábamos se escucha perfectamente a 10 y hasta 15 kilómetros.


"Da tiempo suficiente para tomar todas las medidas. Y si el helicóptero se acerca inmediatamente nos sacan y si llega a aterrizar un helicóptero, la orden es fusilarnos. Ahí no hay nada que hacer, esa es la orden".

Durmió en Ecuador

"Yo estuve mil veces por toda la zona de distensión. Dormí en El Billar, me pasaron por cerca de San Vicente del Caguán, por Remolinos del Caguán, me pasaron por el frente de la base de Tres Esquinas, ¿y dónde está la recuperación por parte de las Fuerzas Armadas y del Estado colombiano de los verdaderos 42 mil kilómetros?, si solo se limitó a los cascos urbanos de los cuatro municipios que hacían mención a ese territorio

"El éxito de una verdadera zona de seguridad democrática sería la seguridad de recuperar en 45 días una zona de despeje de Florida y Pradera.

"Yo dormí en el Ecuador (...) Usábamos botas marquilla ecuatoriana, se utilizan explosivos, municiones ecuatorianas, desodorantes y algunas drogas (medicinas) brasileñas, cremas dentales y jabones venezolanos. Estuve en las fronteras con Perú, Ecuador, Brasil, Venezuela Hay mucha guerrilla, están fortalecidos en dinero, (lo que) les ha permitido logística y militarmente adquirir una serie de elementos y hombres".

Los testimonios de los otros liberados

Solo cuatro horas después de que se abrazaron en el aeropuerto de Maiquetía en Caracas, la familia del ex senador Jorge Eduardo Géchem pudo hablar con él.

En el hotel, el político pudo desahogarse.

Carlos Eduardo Géchem, uno de sus hijos, contó que su padre pidió pescado, que hace seis años no comía, y probó algunas frutas en medio de la ráfaga de palabras que brotaban de su garganta.

"Muchas historias quedaron inconclusas, porque cuando estaba hablando de algo y mencionaba por ejemplo culebras, el tema se desviaba hacia los animales en las selva", contó.

Así transcurrió la noche hasta las 2 de la mañana, pues la familia estaba preocupada de que descansara.

El ex senador les contó que los días más difíciles de su cautiverio fueron los primeros, cuando tuvo que hacer largas caminatas, que comenzaban a las 5 de la mañana y terminaban a las 12 de la noche, vestido con su traje y los zapatos que usaba en el momento en el que los guerrilleros desviaron el avión en el que viajaba y lo secuestraron.

Géchem lloró recordando esos días. Como lo hizo también cuando su hija le contó que tenía una perrita y él les dijo que a ese animalito le brindaban más consideración que la que la guerrilla le tuvo a él.

"Esa historia le hizo recordar que estuvo amarrado durante un tiempo y que lo ataron junto a Orlando Beltrán. Eso lo hizo llorar mucho", narró Carlos Eduardo, mientras a su padre le hacían varios chequeos médicos para determinar su estado de salud.
Además, tenía una cita pendiente en la odontología, pues perdió uno de sus dientes.

Géchem tuvo en Íngrid Betancourt a un 'ángel' que lo cuidó. Durante una de sus múltiples crisis, la ex candidata presidencial se levantaba en las noches y prendía una vela para fijarse si Géchem seguía respirando.

A pesar de esas dificultades y de los informes que daban cuenta de que el ex senador estaba prácticamente al borde de la muerte, la sorpresa para sus familiares no fue solo el que llegara caminando sino que conservara la lucidez mental que lo ha caracterizado.

"Está muy bien informado de todo lo que pasa en el país, pero quería saber qué había pasado con cada uno de sus amigos y sus contradictores. Se llevó algunas sorpresas porque alguna gente con la que contaba lo dejó solo y algunos que consideraba lejanos, estuvieron ahí", dijo Carlos Eduardo.

Polanco contó que lo más difícil que le pasó en cautiverio fue el día que se enteró del asesinato de su esposo, el ex senador Jaime Losada Perdomo. La noticia se al dio el ex gobernador del Meta, Alan Jara, que estaba oyendo radio.

"Solo pegué un grito y dije ¡Me lo mataron!, pero no pude decir nada más", relató. La mujer no pudo parar de llorar durante un mes y que no consumió alimentos.

"Teníamos que marchar desde temprano al otro día, pero pasé la noche llorando bajo un plástico. Un guerrillero se acercó y me llevó una vela y un encendedor y así pude llorar a la luz de una vela", dijo.

Gloria dijo que lo que la animó a superar su dolor fue la responsabilidad de sacar adelante a sus tres hijos.

El congresista Orlando Beltrán cree que las Farc se han convencido de que el secuestro no es un instrumento válido y reclamó porque, según él, el Estado se olvidó de los militares y policías secuestrados.

"Le decíamos en una oportunidad al señor 'Mono jojoy' que por Dios nos diera razones de peso para nuestra captura.Yo llegué a plantearle que nos hiciera un juicio revolucionario para que mirara el pueblo colombiano de qué nos estaban acusando. Nunca hubo respuesta...

"Hoy, la realidad es que las Farc han empezado a entender que ese método del secuestro abominable no es una salida ni un instrumento político válido.

"Yo no entiendo por qué se hacen estas entregas de manera unilateral, pero la respuesta es que hoy se esté diciendo que no se va a despejar un milímetro de la geografía nacional. Otra vez nuestros militares condenados a la muerte en las montañas de Colombia...

Son servidores del Estado, abandonados".


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