martes, octubre 22, 2013

Presupuesto General de la Nación 2014
Por ser lesivo para el pueblo la senadora Gloria Inés Ramírez votó negativamente y dejó constancia de las arbitrariedades
Por Camilo Raigozo. Notimundo

La senadora Gloria Inés Ramírez presentó una Constancia ante la plenaria del Senado donde anunciaba su voto negativo para la aprobación del Presupuesto General de la Nación del próximo año, por ser altamente lesivo para el pueblo debido a la disminución en la inversión social.

La senadora empezó por criticar que de los 203 billones de pesos del presupuesto, 114,2 billones correspondan a gastos de funcionamiento, 42,4 billones al servicio de la deuda y 46,3 billones a inversión.

“Cabe destacar la alta destinación al pago de la deuda  y a seguridad y defensa (27, 7 billones), mientras que los avances en inversión social son mínimos”, expresó la senadora en la constancia.

A continuación, apartes de la constancia radicada por la senadora Gloria Inés Ramírez en la plenaria del Senado del 16 de octubre de 2013:

Constancia sobre el Presupuesto General de la Nación para el año 2014

En relación con la aprobación en la sesión plenaria del Senado de la República, del Presupuesto General de la Nación para la vigencia fiscal del año 2014, en mi condición de Senadora de la República elegida por el Polo Democrático Alternativo, me permito dejar la siguiente Constancia:

Ante la imposibilidad de hacer un examen exhaustivo de la totalidad del Presupuesto General de la Nación, me limito a señalar algunos aspectos que considero de especial importancia:

El presupuesto que está para aprobarse para la vigencia de 2014 asciende a $203 billones de pesos.

De estos, $114,2 billones corresponden a gastos de funcionamiento, $42,4 billones al servicio de la deuda y $46,3 billones a inversión. Cabe destacar la alta destinación al pago de la deuda  y a seguridad y defensa ($ 27, 7 billones), mientras que, como lo veremos más adelante, los avances en inversión social son mínimos.

En efecto, contrario a lo que ha afirmado el Gobierno Nacional, dicha inversión no representa un aumento para el próximo año, pues la inversión es mucho menor que el año pasado: en 2013 fue de 6,1%, mientras que en el 2014 será  de 5,3%  con respecto del PIB, lo que implica una desfinanciación de la política social.

Otro aspecto a resaltar, es que la mayor parte de la inversión social se orienta a la financiación de programas asistencialistas, entre ellos, familias y jóvenes en acción ($1,8 billones), que son utilizados por el Gobierno para hacer clientelismo y politiquería con fines electorales.

En cuanto a la educación, el presupuesto total disminuye, dado que en 2013 correspondió a 15,7% del porcentaje total del presupuesto mientras que en 2014 representará el 14,9%. 

Estas cifras comparativas constatan, una vez más, que las prioridades del Gobierno Nacional no están en este sector, lo cual es deplorable en la medida en que Colombia tiene uno de los gastos públicos en educación más bajos en América Latina y es uno de los países que menos invierte por estudiante.

Hay una reducción del presupuesto de los programas denominados servicios complementarios de la educación, que pasan de representar  el 2,5% en 2013 al 1,5% en 2014. 

En estos rubros están incluidos elementos indispensables de la prestación de los servicios educativos, como la financiación de constancias de estudio, el mantenimiento de equipos, las salidas pedagógicas y los seguros estudiantiles, entre otros.

Su reducción implica transferirles estos costos a los padres de familia, en perjuicio de las finanzas familiares.

De igual manera, disminuyen notablemente los recursos asignados al Sistema General de Participaciones, administrados por el Ministerio de Hacienda que pasan de $ 771 mil millones en 2013 a $446 mil millones en 2014,-

lo que repercutirá en la desfinanciación de la educación básica, media y secundaria en las regiones y  traerá como consecuencia la ampliación de la brecha de las oportunidades educativas entre los jóvenes de las zonas rurales y urbanas.

En cuanto a las universidades, hay una asignación de apenas 3,2 billones de pesos para inversión, que significa un aumento ínfimo con respecto al presupuesto de 2013 y que en términos de PIB representa sólo el 0,3%, que en nada contribuye a saldar la deuda del Estado con la Educación Superior.

También disminuye la participación porcentual de la inversión en ciencia y tecnología e innovación, que de 1,1% en 2013 pasa a 1,0% en 2014, lo que ubica a nuestro país como uno de los de más precaria destinación de recursos a este sector que es fundamental para nuestro desarrollo nacional. 

El presupuesto destinado al  Fondo de Prestaciones Sociales del Magisterio en 2014 es de 1.430 millones de pesos, que, con respecto al PIB, implica una inversión de sólo 0,2%, que es la misma de 2013. 

En términos generales, hay una disminución del presupuesto de educación con respecto al PIB, pues en el 2013 representa el 3,1% y en el 2014 será apenas del 3%, cifras que resultan deplorables si se tiene en cuenta que  Colombia tiene uno de los gastos públicos en educación más bajos de Iberoamérica, en donde el promedio de destinación es del 5,7%.

De otra parte, el Estado colombiano adoptó la Política de Equidad de Género para las Mujeres, y en el Conpes Social 161 de 2013 proyectó un plan de financiación que estableció que en 2014 se requerirán $ 1.026 millones de pesos para cumplir con las metas planteadas.

En el presupuesto de 2014 no existe una clara y precisa identificación de los recursos que deberán invertirse para la ejecución de los programas y el cumplimiento de las responsabilidades del Estado en materia de equidad de género.

En momentos en que se adelanta un proceso de conversaciones de paz y cobra especial importancia la situación de las víctimas, el proyecto de presupuesto destina inicialmente $6,8 billones para la población víctima de la violencia, distribuidos así:

$2,9 billones para asistencia, $1,8 billones para reparación, $1,5 billones para atención y $584 mil millones para funcionamiento y fortalecimiento de las instituciones del Sistema Nacional de Atención y Reparación a las Víctimas.  

De estas cifras se desprende que hay una clara tendencia a privilegiar el asistencialismo mientras se destinan montos precarios para la atención en salud y educación y para la reparación a las víctimas. 

El presupuesto asignado es mucho menor a los $13.5 billones de pesos que calculó el Conpes 3712 como necesarios para que pudiera cumplirse la Ley 1448 de 2011 en materia de indemnización administrativa, subsidio de vivienda y demás programas.

La Contraloría General de la República, por su lado, ha    dicho que los recursos son insuficientes para cumplir con la reparación integral de las víctimas del conflicto. 

La Comisión de Seguimiento al Desplazamiento Forzado también ha advertido que los recursos asignados para la reparación y restitución han sido insuficientes dado que el valor total del daño emergente representado por los bienes perdidos se estimaba en alrededor de $8,4 billones en 2008,-

cifra que equivalía al 0,65% del PIB, en tanto que el lucro cesante de la tierra llegaría a unos $44,6 billones, por lo que, los escasos recursos contemplados en el presupuesto  para las indemnizaciones  no se compadecen  con la magnitud de los daños sufridos por las víctimas.

Además, las cifras de las víctimas siguen en crecimiento. Un estudio de CODHES indica que 256.590 personas tuvieron que desplazarse en el año 2012 para proteger sus vidas. A diciembre de ese año, las víctimas acumuladas desde 1985 sumaban 5,7 millones de personas.

En lo que respecta a las cárceles, el Presupuesto General de la Nación asigna solamente $ 200 mil millones de pesos para inversión, suma que es insignificante frente a las condiciones inhumanas y degradantes a las que son sometidos más de 120 mil internos y que llevó a las autoridades del INPEC a declarar la “emergencia carcelaria”,-

 sin que transcurridos varios meses de su implementación haya resultados tangibles para adoptar medidas como las que han propuesto el Defensor del Pueblo o el Presidente de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, con el fin de resolverla.

Sobre los anteriores temas me permití presentar a la Comisión Accidental de Presupuesto varias observaciones y propuestas de modificación que no fueron tenidas en cuenta porque lo que se impuso fue el criterio gubernamental.

Además,  considero que el Presupuesto Nacional presentado a la sesión plenaria del Senado de la República para su aprobación, demuestra una vez más, la evidente contradicción del gobierno entre las palabras y los hechos,-

pues al tiempo que manifiesta su preocupación por atender los problemas sociales niega los recursos presupuestales necesarios para que sea posible resolverlos, por lo que anuncio que votaré negativamente el citado Presupuesto.

GLORIA INÉS RAMÍREZ RÍOS
Senadora de la República por el P.D.A.
Bogotá, D.C., octubre 16 de 2013

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