El Vaticano es un ‘infierno’
Por Camilo Raigozo. Notimundo
Acaba de salir a la luz pública el enésimo escándalo de
la ya desprestigiada institución universal llamada Iglesia Católica de Roma.
Según información de la cadena RTtv, varios jerarcas del
Vaticano fueron acusados de comprar menores de edad para uso sexual por los que
pagaron entre 150 y 500 euros sesión. Toda una mafia detrás de este delito.
El nuevo escándalo de pedofilia sacude a la curia romana
luego de abrirse una investigación contra un excarabinero que supuestamente
organizó una red de explotación sexual infantil para ofrecerla a los “representantes
de Dios en la tierra”, que dictan lecciones de moral y ética a sus feligreses.
Según la fuente, Patricio Poggi, exsacerdote, denunció
que al menos nueve prelados católicos, entre ellos el secretario de un obispo, “compraban
los servicios" de menores por 150-500 euros cada visita. Supuestamente,
los encuentros se realizaban en las iglesias del norte de Roma.
El diario italiano 'Corriere della Sera', informó que la Fiscalía de
Roma ha abierto la investigación, pero los prelados acusados todavía no han
sido interrogados y solamente han hablado tres personas que oficialmente no
tienen vínculos con la Iglesia católica.
Poggi asegura que decidió denunciar los hechos por
"ser consciente de los incidentes graves que ponen en peligro la integridad
y las normas canónicas". Según sus declaraciones, los organizadores de la
red reclutaban a niños y jóvenes "con los ojos bellos" en las calles,
piscinas públicas y agencias de modelos.
El denunciante arrepentido de la red de explotación
sexual de niños, advirtió que también estaba involucrado en el comercio ilegal
de hostias consagradas, adquiridas por miembros de sectas satánicas.
El exprelado Poggi fue condenado en 1999 por haber
violado a dos jóvenes de 14 y 15 años en su iglesia de Santo Felipe Neri en el
norte de Roma. Tras cumplir su condena, el exconvicto intentó volver al
Vaticano sin conseguirlo.
Para quienes anteponen la investigación, el conocimiento y la ciencia, sobre
la fe y las creencias religiosas, son más los daños que los beneficios, los que le ha causado esta
institución a la humanidad a través de la historia.
Empezando por el cercenamiento cerebral infligido por la Iglesia Cristiana a la
humanidad durante más de 800 años, a partir del 415 de nuestra era, cuando el
arzobispo Cirilo se las arregló para incinerar por terceras manos la gran
Biblioteca de Alejandría (1), lo que le valió a él su santificación y a la humanidad el estancamiento intelectual.