Paramilitares continúan sembrando el terror en Buenaventura
Por Camilo Raigozo
Por Camilo Raigozo
Desplazamientos forzados, asesinatos selectivos y
ejemplarizantes, desapariciones, amenazas, extorsiones, reclutamiento forzado, imposición de
normas y toques de queda, son algunos de los atropellos que sufre la población
inerme.
La Defensoría del Valle informó que en las últimas dos
semanas fueron desplazadas forzadamente más de 2.000 personas de forma
intraurbana. Según el informe varias personas han sido desmembradas.
Medios locales informaron que desde el pasado 14 de
octubre fueron desplazadas 269 personas de 62 familias, en el barrio
Bellavista.
Otras 163 personas de 49 familias se desplazaron el 26 de
octubre del barrio La Carmelita y dos días después tuvieron que hacerlo del
barrio 6 de Enero otras 184 personas de 40 familias.
El 31 de octubre se produjo un desplazamiento masivo de al
menos 1.581 personas de 411 familias del barrio Juan 23.
Según informaciones de las mismas comunidades los
victimarios son paramilitares de los grupos autodenominados “los rastrojos” y
los recién llegados “los urabeños”. Como sucede en estos casos la Fuerza
Pública es inoperante.
Además de estos dos grupos narcoterroristas que desangran
a Buenaventura, allí exiten otras organizaciones criminales que prestan los
servicios de sicariato,-
entre las que se encuentra “la empresa”, una “oficina
de cobro”, que conjuntamente a sus propios crímenes, le presta servicios a
paramilitares de ambos bandos.
El informe de la Defensoría sostiene que en lo corrido
del año se han registrado al menos 130 muertes violentas, 33 de las cuales
sucedieron en octubre.