Se Agrava la situación Emberá Katio en Bogotá, en la calle 23 familias
Algunos niños fueron acogidos en hogares de la Secretaría de Integración Social
Por Milciades Paredes
Unas 23 familias Emberá que permanecen desplazada en Bogotá, fueron expulsadas de sus habitaciones que pagaban a diario en precarias habitaciones del barrio La Favorita. En vista que entidades nacionales del Estado no han tomado cartas en el asunto y como estas familias le manifestaron a la concejala Ati Quigua,-
en más de tres años que llevan desplazados, algunos sólo han recibido ayuda una vez y otras familias no han recibido ni siquiera ayuda humanitaria, estas familias harán presencia mañana jueves 07 de abril -2p.m.- ante el edificio de la Agencia presidencial Acción Social (Calle 7 No. 6-54) para exigir la garantía de sus derechos y la atención como víctimas del desplazamiento forzado.
Contexto emberá
El Pueblo Emberá ha estado inmerso históricamente, contra su voluntad, en la dinámica del conflicto armado, ha sido afectado por desplazamiento forzado y variantes, no reconocidas por la institucionalidad del Estado, como fumigaciones aéreas, desarrollo económico para explotación de recursos e incursión de megaproyectos que afectan su integridad física, cultural y territorial, y el conflicto interno.
Esta situación hace a los emberá más vulnerables al desarraigo cultural, espiritual y deterioro del tejido social... varias comunidades emberá se encuentran hoy en ciudades del país en una situación crítica de mendicidad, y sus jóvenes propensos a la drogadicción.
A ello se suman las difíciles condiciones geográficas, económicas y de salud. En mayo pasado la Asociación de Cabildos Indígenas emberá, wounaan, katío, chamí y tule, ASOREWA, señaló que la alta mortalidad en sus comunidades, no ha sido controlada, pues la Política de Estado en Salud no está orientada a la atención diferencial, ni a resolver el problema estructural.
En el mismo mes, Asorewa denunció la muerte de 11 niños emberá en Chocó, quienes presentaban un cuadro clínico de gripa, diarrea, vómito y desnutrición; mientras que en Bogotá la concejal Indígena Ati Quigua denunciaba la muerte de Jenny Murry Mulato, niña emberá katío de 14 meses.
En 2010 según la dirigente murieron 5 niños emberá, pese a la intensa gestión de su despacho ante entidades distritales que como Integración Social y Secretaría de Salud, entre otras, que han prestado una atención oportuna a estas comunidades desplazadas.
También la ONIC busca salidas a la crisis de los emberá en Bogotá. A ello se suma la reciente denuncia de la organización indígena Asorewa, que da cuenta que en el último año, 85 indígenas emberá, casi todos niños, en Chocó, habrían muerto por falta de atención en salud.
Eso ha hecho que muchas familias y comunidades migren a otras regiones especialmente a ciudades capitales. Por ejemplo a mediados de 2008, 120 personas víctimas del enfrentamiento que libraban en la zona del Alto Andagueda el ejército y guerrilla, y que dejo varios muertos y heridos un mismo día, huyó despavorida dejando casas, animales, cultivos. Algunos regresaron a su territorio y nuevamente fueron despalzados.
Para quienes se quedaron la situación se agravó en junio de 2009, cuando Verónica Siagama una niña emberá katío, de 48 días de nacida, murió por gripa H1 N1; la comunidad denunció a través de la ONIC y de la concejala Ati la muerte de tres niños por el mismo caso.
La Secretaría de Salud distrital redobló esfuerzos junto con la Alcaldía y logró frenar el contagio. En Bogotá viven, o sobreviven, unas 110 familias, 506, personas hacinados en precarias residencias de los Barrios La Favorita (Mártires) y San Bernardo en Santa Fe. Foto web.