miércoles, septiembre 22, 2010

Seguridad narcocrática/
Denuncian al Ejército y a los 'paras' por amenazas a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó
Por Camilo Raigozo. Con información de la Comunidad de Paz

El 18 de septiembre de 2010 a las 10 de la mañana, miembros del ejército entraron al caserío de la Resbalosa de la Comunidad de Paz Allí tomaron fotos a la gente y a los animales de la comunidad. Dijeron que las vacas que estaban allí eran de la guerrilla.

Que esa comunidad era una h.p comunidad guerrillera, que no descansarían hasta acabar con esa h.p. comunidad y con esos h.p líderes guerrilleros. Además se burlaron diciendo que no les pasaba nada que ahí quedaba como ejemplo lo de la Masacre del 21 de febrero de 2005.

El 14 de agosto de 2010 hacia las 9:30 a.m. Félix Guzmán estaba en su finca cortando arroz, en la vereda Murmullo Alto cerca a la vereda Alto Joaquín espacio perteneciente a la comunidad.

Félix estaba trabajando sin camisa y la tenía colgada en un árbol con el agua y el almuerzo. Al momento fueron vistos paramilitares que venían de Guadual, contigua al corregimiento de Batata, donde tienen la base.

Testigos vieron que los paramilitares llegaron hasta donde estaba Felix Guzmán y estuvieron hablando con él. Desde ese momento no se sabía nada de él, se encontraba desaparecido. En el sitio solo aparecieron la camisa, el almuerzo y el arroz que había cortado.

La compañera y un niño de ocho años fueron a donde los paramilitares al otro día y los criminales se reían sin contestarle nada sobre el paradero de Félix. Después de buscarlo toda la semana ella se fue para Tierra Alta.

Félix había sido presionado por los paramilitares para que trabajaran con ellos y le pagarían 300 mil pesos. Lo acusan de apoyar a la guerrilla y lo tiene obligado a trabajar para ellos so pena de ser asesinado.

“Estos hechos evidencian el actuar de muerte que busca acabarnos, no se ahorran esfuerzos por hacer reinar la injusticia y la muerte en la zona, saben que pueden hacer lo que quieran sin que puedan ser detenidos, ni existir mínimos de justicia.

“La impunidad de la masacre del 21 de febrero de 2005, donde fueron asesinados tres niños y cinco adultos, solo es uno más de los casos de impunidad en toda esta cadena de crímenes de lesa humanidad contra la comunidad, que vale para seguir actuando con esa lógica de exterminio.

“Pese a ello la coherencia moral de nuestra búsqueda alternativa nos lleva a decir no a esta conciencia de la muerte, y a pesar de todo ello seguir con más firmeza caminando en la coherencia de la vida, exigencia ética para una sociedad que busca la justicia.

“Acudimos a esa solidaridad nacional e internacional y que ha permitido que sigamos resintiendo civilmente en nuestro caminar”, dice indignada la comunidad en un comunicado recibido por Notimundo.

Volver a la página principal


  • "



  • Publicidad
    Paute aquí
    Contáctenos


    Zona comercial