domingo, enero 20, 2013

Ituango, Antioquia
El Ejército asesinó a sangre fría a joven campesino
Por Camilo Raigozo. Con información de la Corporación Socio Jurídica Orlando Fals Borda

El 24 de diciembre de 2012 a las 4 de la tarde, tropas de la Brigada Móvil 18, llegaron hasta la vivienda de Andrés Felipe Correa Giraldo y procedieron a acordonarla.

En la casa ubicada en la vereda Pío X se encontraban algunos familiares, vecinos y amigos celebrando la Navidad.

Los militares empezaron a tomarle fotos a la casa y a las personas que se encontraban allí, con palabras y gestos vulgares hacia los campesinos.

Ante los abusos varias personas le dijeron a los uniformados que no ofendieran a la población,  que por favor se retiraran del lugar y los dejara festejar las celebraciones navideñas en santa paz.

Sin embargo el ejército desoyó el clamor de los labriegos y aumento sus ofensas y agresiones contra la población civil, por lo que vecinos y otros pobladores de la zona se fueron acercando al lugar de los hechos, quienes también le pidieron a la tropa que se retirara de las áreas civiles y de las propiedades de los lugareños.

La respuesta que encontraron las comunidades fueron los disparos al aire y el lanzamiento de granadas de aturdimiento. Los pobladores comenzaron a defenderse piedras.

En el transcurso de los sucesos el comandante de la tropa (no identificado por la fuente), apuntó su arma contra la humanidad de Andrés Felipe Correa Giraldo, le hizo dos disparaos a una distancia de cinco metros y lo mató de forma instantánea.

Correa Giraldo había sido víctima junto con otras 22 personas, de un falso positivo jurídico el pasado 26 de agosto, realizado por tropas de las brigadas móviles 16 y 18 de la Fuerza Conjunta de Acción Decisiva, Fucad. Por orden del fiscal 29 de Medellín.

Las 23 víctimas del terrorismo de Estado tuvieron que ser dejadas en libertad a los 10 días por no existir pruebas contra ellas. Sin embargo El Tiempo, Rcn, Caracol, El Espectador, y los demás medios del régimen los tildaron de guerrilleros, auxiliadores de la guerrilla o de milicianos de la misma.

Hasta la fecha estos medios irresponsables no se han disculpado con las víctimas por las injurias y calumnias a las que los sometió de la mano con los mandos militares.

Militares contaminan las aguas de consumo de los campesinos

Las familias que viven en la vereda La Flecha, ubicada en el cañón de Río Sucio, jurisdicción de Ituango, padecen la contaminación del agua que consumen por parte de tropas del ejército, al parecer de la Brigada Móvil 18, quienes arrojan a la quebrada La Zabaleta, basura y excrementos humanos.

La misma situación la están padeciendo decenas de familias de las veredas que consumen el agua de las quebradas Sardinata y La Arena, ya que los militares también están contaminando el agua de esas dos quebradas con basura y excrementos.

El 27 de diciembre de 2012 a las 6 y 15 de la tarde, llegaron tropas del Ejército a la vivienda de Ercilia Ramos, ordenándoles a las personas que se encontraban allí, entre las que estaban Jaime Granda, Inocencio Ramos y un joven de apellido Mejía, a que se tendieran en el piso apuntándoles con los fusiles a la cabeza.

Sin orden judicial allanaron y revolcaron la vivienda, y durante más de media hora dispararon desde el interior de la casa.

A pesar de que las víctimas les aclararon que no los agredieran porque eran civiles que nada tenían que ver en el conflicto, los regulares les ordenaron permanecer callados y los señalaron de ser guerrilleros. Los militares no portaban distintivos.

El 28 de diciembre a las 7 de la mañana cerca de la escuela, la misma tropa disparó indiscriminadamente atemorizando a la población.

La comunidad en general en cabeza de los delegados de la Asociación Campesina de Ituango, Ascit le ha solicitado reiterativamente al ejército no involucrar a la población civil en el conflicto y a que respete al Derecho Internacional Humanitario.

Sin embargo los militares han sido hostiles y agresivos ante los reclamos y han ratificado que no levantarán el campamento del sitio en el que se pone en riesgo a los civiles y se está infringiendo abiertamente el DIH.

El paso 11 de enero el campesino Wilinton Tabera Vásquez recibió una llamada donde lo amenazaron de muerte y lo conminaron a abandonar la zona. El número del que se hizo la llamada fue 034 914 30 78.


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