Comunidades contra la destrucción del páramo por
construcción de hidroeléctricas
Por Camilo Raigozo. Notimundo
Por Camilo Raigozo. Notimundo
El pasado sábado 14 de abril, en el municipio de Cabrera,
región de Sumapaz, Cundinamarca, las comunidades realizaron con gran éxito el:
Foro regional por la defensa del agua, la vida y la pervivencia en el
territorio.
Al evento asistieron unos 400 representantes campesinos
de las veredas de Cabrera y de municipios aledaños, funcionarios de la
administración local, en cabeza del alcalde Hernando Medina, la senadora del
Polo, Gloria Inés Ramírez y voceros de otras organizaciones sociales.
Entre los objetivos del foro estuvo la toma de consciencia sobre el gran daño que
ocasionarán al páramo de Sumapaz, a la
vida, a las comunidades que habitan en él, a la biodiversidad del país y al clima
del planeta, la construcción de hidroeléctricas y otros megaproyectos planeados
por empresas transnacionales en complicidad con el Gobierno Nacional.
El páramo de Sumapaz es el más grande del mundo, con 178
mil hectáreas de extensión. Se encuentra ubicado sobre la cordillera oriental, en
los departamentos de Cundinamarca, Huila y Meta.
Posee una gran riqueza hídrica y montañosa, con lagunas,
quebradas y riachuelos de gran pureza y zonas vírgenes. En él nacen ríos que
van, unos a la cuenca del Magdalena y otros a la cuenca del Orinoco,
convirtiéndose en una fuente vital para el país.
El páramo de Sumapaz es inmensamente rico en fauna y
flora. Allí viven osos de anteojos, venados, cóndores, tucanes, colibríes, águilas,
conejos, frailejones milenarios y de gran tamaño, musgos, pajonales y paisajes
paradisíacos.
El foro contó con los testimonios y experiencias de
comunidades de otras regiones del país afectadas por la construcción de
hidroeléctricas y otros megaproyectos destructivos, tales como:
La hidroeléctrica El Quimbo, en el Huila; hidroeléctrica
El Cañón de las Hermosas, en el Tolima; hidroeléctrica El Guavio, en
Cundinamarca; embalses de San Rafael, El Peñon y Guatapé, en Antioquia e
hidroeléctricas Porce II, III y IV, en el río del mismo nombre, en Antioquia.
Dos representantes de la Asociación de afectados por la
hidroeléctrica el Quimbo, Asoquimbo, en el Huila, expusieron detalladamente el
calvario que han padecido las comunidades y los abusos del Gobierno y de la
empresa transnacional, Emgesa, favorecida de manera irregular con el
otorgamiento de la licencia de construcción de la hidroeléctrica.
“Con organización, decisión y unidad, las comunidades
afectadas por la construcción de la hidroeléctrica El Quimbo, seguiremos luchando
y resistiendo por nuestros derechos vulnerados y contra la destrucción del agua,
de la vida, del río Magdalena y de la biodiversidad en el territorio”, dijeron
entre otras cosas los representantes de Asoquimbo.
Por su parte voceros de las comunidades afectadas por el
proyecto de la hidroeléctrica en el Cañón de las Hermosas en el Tolima,
denunciaron entre otras atrocidades, que previamente se militariza, y en
algunos casos se paramilitariza, las áreas que van a ser arrebatadas para la
construcción del megaproyecto.
Entonces se presentan toda clase de atropellos de los
militares, tales como, asesinatos, amenazas, pillajes, violaciones sexuales, detenciones
arbitrarias, control de movilidad y de alimentos y estigmatizaciones, entre
otras, con el fin de desalojar los territorios.
“Hay al menos 39 ‘falsos positivos’ cometidos por el
Ejército y entre enero y julio del año pasado fueron cometidos más de 40 asesinatos por una ‘bacrim’
que funcionaba dentro del Batallón
Caicedo”, denunciaron.
Varios campesinos le declararon a Notimundo que en la región del Sumapaz hay cuatro militares por cada habitante y que su desempeño es el de un ejército de ocupación.
Yenny Pino, vocera del Consejo Mayor Comunitario del
Cañón del Porce por la Dignidad, le contó al auditorio las tragedias vividas
por las comunidades afectadas por las hidroeléctricas Porce II y III, así como
la lucha y resistencia que han mantenido para frenar la construcción de Porce
IV, por Empresas Públicas de Medellín, EPM.
En su intervención Pino explicó las experiencias de las
comunidades, sus errores y sus aciertos, para que las comunidades del Sumapaz las tengan en cuenta a la hora de enfrentar al
Gobierno y a las transnacionales que quieren destruir al páramo.
La senadora del Polo, Gloria Inés Ramírez, hizo varias reflexiones
en su intervención: “Las multinacionales ven a los territorios simplemente como
mercancías que generan muchas ganancias a los inversionistas.
“En cambio para los campesinos la tierra y el territorio
lo es todo: su proyecto de vida y el de sus familias, su historia y su futuro, su
tejido social, su cultural, su economía y su seguridad alimentaria, entre otros.
“Por eso todos los megaproyectos se han construido sobre
un baño de sangre. Cada proyecto de estos viene acompañado de la militarización
del territorio. En El Quimbo, ante la resistencia de las comunidades, el Gobierno
ordenó el desalojo a sangre y fuego”, recordó la senadora a los presentes.
En su última reflexión Gloria Inés Ramírez dijo que “la locomotora
del doctor Santos para traerle el desarrollo a Colombia, es una locomotora que
va en contra del campesinado colombiano.
“No es cierto que nos opongamos al desarrollo. Pero
queremos un desarrollo que respete la tierra, que respete el territorio, que
respete a las comunidades y sobre todo que respete la dignidad del ser humano”.
Por su parte César Jeréz, representante de la Asociación
Campesina del Valle del río Cimitarra, Acvc y de la Asociación Nacional de
Zonas de Reserva Campesina, Anzorc, invitó a ver esta figura, como una
posibilidad real para construir, fortalecer, ampliar y defender las zonas de
reserva campesina y por ende la defensa del agua, de la vida, de la tierra y el
territorio.
Todas las intervenciones coincidieron en que es
fundamental y urgente, que todos los campesinos, indígenas y afrodescendientes de Colombia, se organicen y se unan a nivel nacional, para defender
con éxito la tierra, el territorio, el agua, la vida y la dignidaad.
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