Diálogos de paz
Ante las dificultades que atraviesa el proceso de paz las
FARC EP insisten en “salir al otro lado”
Por Camilo Raigozo. Fensuagro
Por intermedio de un comunicado firmado este 4 de
noviembre en La Habana la comisión de paz de las FARC EP manifiestan que las
dificultades que atraviesan los diálogos de paz en este momento deben ser
solucionados de inmediato para salvar el proceso.
Uno de los puntos a los que hace referencia la
insurgencia es solucionar de una vez por todas el “el camino equivocado de las
decisiones unilaterales en torno a temas que deben ser consensuados por las
partes”, en referencia a las decisiones tomadas por el Gobierno sin el consenso
de la mesa.
Así mismo la
insurgencia advierte que hasta la fecha el Gobierno no ha querido cerrar el
Acuerdo sobre Jurisdicción Especial para la Paz, el cual se creía sellado desde
el pasado 23 de septiembre con el encuentro del presidente Santos y el
Comandante de las FARC, Timoleón Jiménez, con la presencia del presidente de
Cuba, Raúl Castro, en La Habana.
Por otra parte –argumentan las FARC- el Acuerdo, “Agilizar en La Habana y
desescalar en Colombia”, está chocando con la incoherencia del desarrollo de
operativos militares contra los frentes de las FARC en tregua unilateral, en
todo el país, lo que pone en alto riesgo la continuidad del mismo.
“Antes de hablar de concentraciones de fuerzas, o de
corrales, y acelerar veedurías, debiéramos ponernos de acuerdo en cómo vamos a
hacer realidad en tan poco tiempo el desmonte del fenómeno del paramilitarismo;
qué medidas vamos impulsar como garantía de no repetición de la tragedia que hemos
padecido; cuál debe ser el rol de las Fuerzas Armadas en una Colombia
reconciliada y en paz”, dicen las FARC en el documento.
Los alzados en armas también se preguntan cuál es la
razón para mantener de manera caprichosa
a la insurgencia como organización terrorista, lo cual es contradictorio por el
mismo hecho de estar sentadas las dos partes en la mesa buscando solucionar por
la vía del diálogo el conflicto social y armado, lo que le da a la insurgencia
el estatus de organización política.
“Cómo realizar sin sobresaltos el tránsito de
organización armada a movimiento político legal; qué normas de amnistía e
indulto vamos a diseñar; cómo seleccionar a magistrados intachables para las
salas y tribunales.
“Qué tratamiento diferenciado dentro del marco de la
Jurisdicción Especial se otorgará a integrantes de las Fuerzas Armadas. Cómo
eliminar cualquier resistencia a que el marco jurídico acordado examine las
responsabilidades que en su caso hubiere respecto a todas las partes”, se
preguntan las FARC EP.
A la insurgencia también le preocupa otros puntos que se
deben agilizar en los diálogos tales como las reformas y los ajustes
institucionales necesarios para hacer frente a los retos de la paz.
La manera como van a trabajar los excombatientes, el Estado y las comunidades para impulsar la
convivencia en los territorios de paz y de reparación, de impulso de proyectos
económicos. Igualmente sobre cómo se va
a implementar, desarrollar, verificar y refrendar lo acordado.